De José Juan Barea a Ricky Sánchez y de Ricky al canasto que produjo la encestada que convirtió al Equipo Nacional masculino de baloncesto en el campeón del Centrobasket 2016. Por el mínimo.

Quince puntos de ventaja para los boricuas se fueron esfumando poco a poco en el tercer parcial, y los oídos de Eddie Casiano tienen que haberle reventado mientras miles de fanáticos le cuestionaban la ausencia de Barea en el tabloncillo cuando los mexicanos descontaban esa ventaja. Hasta que llegaron a empatar el marcador.

El regreso de Barea a juego se produjo iniciándose el cuarto parcial, y hubo una reacción positiva del conjunto boricua. Y es que Barea es un sistema de juego que, además de incluir sus encestadas, abona cantidad de asistencias producto de sus penetraciones y certeros pases. Fue precisamente un pase a Ricky Sánchez, faltando 21 segundos, el que culminó con la tripleta de Sánchez que nos dio el triunfo anoche en Panamá.

México jugó una gran segunda mitad obligando a Barea a encargarse del ataque en cada jugada una vez entrara el partido en sus últimos cinco minutos de los cuarenta. Y aún así, los mexicanos mantuvieron su momento, y faltando 21 segundos encestaron para irse al frente 84 – 82. Hubo de todo en esos últimos dos minutos, incluyendo una falta técnica a Renaldo Balkman.

La primera derrota contra Panamá fue un error de estrategia, y tanto Casiano como el equipo se reivindicaron para lograr el oro. Y ahora, para Belgrado. Oremos.