Cuando en el béisbol de cualquier liga un lanzador golpea intencionalmente a un bateador con una pelota dura que viaja a unas 80+ millas por hora, se comete el delito de agresión agravada que no debe descartarse como táctica que “es parte del juego”.

Esto ha sido algo casi tradicional en el béisbol como sucediera hace unos días, cuando los Reales de Kansas City y los Atléticos de Oakland se entraron a pelotazos glorificando la Ley del Talión. En ese si tú me tiras a dar yo haré lo mismo, los perjudicados no tienen defensa.

Y claro, los comentaristas de la televisión, la mayoría de ellos, despacha el asunto como algo que es ‘parte del juego’. Vaya con la gracia. Para mi es otro ejemplo de la violencia legalizada que se da en el deporte con el agravante, repito,  de que el bateador no tiene defensa y se expone a que un pelotazo en la cabeza o en la cara le pueda causar un daño físico irreparable. Poco consuelo tiene el agredido con pensar o saber que un adversario pagará por el daño que le pudo haberle hecho su compañero de equipo.

Kelvin Herrera fue expulsado del juego tras darle un pelotazo a Brett Laurie. (AFP)

Se proyecta como más escandalosa esta conducta cuando, no solamente es aprobada por el dirigente, sino que es muchas veces ORDENADA por él. Ni hablar del mal ejemplo que se le brinda a la juventud ante quienes se glorifica la agresión al prójimo  a la vez que se justifica la venganza, ese mismo recurso de un código moral que tiene a islámicos, cristianos  y a media humanidad matándose en el Oriente Medio y en el continente africano.

Muchos casos  se han dado de  lanzadores que han rehusado seguir lo ordenado por el ‘manager recibiendo el castigo de ser sacados de juego y hasta multados. A quienes deben sacar de juego y multar es al dirigente que pretende obligar a un lanzador a llevar a cabo una agresión. Porque una cosa es la táctica de lanzarle ‘adentro’ para alejar al bateador  del plato y otra  es INTENCIONALMENTE  tirarle a dar y por supuesto cuando es a la cabeza es prácticamente tentativa de homicidio.

Los deportes como el ‘football’ americano, el rugby, lucha libre y eso que llaman boxeo, son de puro contacto físico y yo, como deportista y como padre no se los recomiendo a ningún niño. Pero el béisbol no se trata de un deporte en el que el contacto físico es factor decisivo en su práctica para ganar. Se trata de un deporte altamente técnico en el que las destrezas juegan un papel prioritario en importancia.

El pelotazo intencional desmerece al que lo lanza y es una perversión de la idea deportiva.