Mucho se ha dicho y exagerado sobre el asunto Uber Puerto Rico, al igual que ha ocurrido en otras jurisdicciones. Sin entrar en cada detalle, expongo 7 cosas que podemos aprender o, en algunos casos, constatar, a raíz de la saga:
1. Siendo simplista, las posturas públicas en contra de Uber son dos:
Uber no cumple con las mismas reglas exigidas a los taxis. Muchas son ridículas, retrógradas y que crean barreras artificiales a la competencia;
Los conductores de Uber no tienen derechos laborales- Mientras Uber va haciendo una transición de ser una innovación tecnológica que maximiza recursos subutilizados hacia ser una utilidad, cada día tendrá que enfrentarse a la realidad de costos y externalidades sociales de sus choferes. Esto se profundizará en la medida que los choferes dejen de ser los beneficiarios y se conviertan en meros peones explotados.
2. Hay espacio para diálogo sosegado y soluciones sencillas, como la liberalización del sistema de tarifas de taxi y el uso de Uber por los propios taxistas.
3. Hay demanda de transportación sencilla y eficiente, en un lugar donde el sistema existente no la llena. En peligro de decir algo demasiado obvio: en Puerto Rico no tenemos un sistema de transportación que te lleve desde tu hogar hasta un lugar útil, a no ser que vivas en Santa Rosa Mall y quieras ir al Tribunal. Uber NO ES LA SOLUCIÓN a nuestro problema de transportación. Honestamente no he escuchado a nadie decirlo, y yo tampoco creo eso. Pero, seamos serios: si antes no podía llegar desde mi casa a mi trabajo sin ser dueño de un carro, y ahora sí, eso es, al menos, algo de progreso. Solo una reinvención de la planificación y diseño, y un proceso de sanación de nuestro entorno y ambiente, nos llevará a una sociedad con más movilidad física y social, con un transporte decente.
4. Hay desempleo y subempleo, evidenciado por los miles de conductores registrados en Uber. Uber, y el llamado “gig economy” más ampliamente, crea riquezas, usando tiempo y recursos que no estaban siendo explotados antes. Si tienes un carro y llegas a las 5:00 pm a tu casa, y no tienes nada que hacer hasta las 11:00 pm, tienes dos activos (carro y tiempo) que no estás maximizando. Uber y otras empresas proveen una plataforma para hacerlo, para tu beneficio (te estás ganando dinero que antes no tenías) y para el beneficio de la sociedad (transporte). Por lo tanto, impacta al desarrollo económico.
5. Esta saga cristaliza que la innovación debe ser el enfoque de un plan estratégico del país, ya que crea riquezas y eficiencias que los sectores tradicionales no son capaces de realizar. Con los matices que sean, Uber aumenta la PRODUCTIVIDAD, que es lo que no tenemos. Durante la primera semana de Uber no fueron pocos los conductores que generaron $200, $300 o $400 a tiempo parcial en varios días. Eso fue riqueza que se creó, que no hubiera existido de otra manera. En una economía como la de Puerto Rico, en la que se cree que la riqueza de una persona aumenta solo si se le quita a otra, esto no es común. Tenemos que desarrollar la infraestructura que hace falta para crear, exportar y acoger innovaciones y cambios sociales.
6. NO TENEMOS esa infraestructura, y en el caso de Uber se enfatizan las carencias del sistema legal. Es normal que la tecnología esté más adelantada que el derecho y el marco legal. Pero en Puerto Rico no tenemos la apertura y flexibilidad para adaptarnos a estos cambios. Tenemos un sistema rígido, que se rompe a la más mínima provocación. Y créanme que Uber, comparado con lo que viene, es mínimo. Nos esperan grandes batallas legales y sociales a raíz del avance tecnológico y social. Queramos o no (y yo quiero…), la tecnología está moviéndose más rápido de lo que podemos predecir o entender. Hay algunos avances que aún se perfilan para un larguísimo plazo, pero ya estamos viendo elementos de inteligencia artificial, robótica y nanotecnología que nos pondrán a pensar sobre verdaderos dilemas. ¿Es ético, o debe ser legal, la edición genética para evitar enfermedades?¿Es una amenaza a la diversidad humana o es moralmente correcto? Sí, ya eso existe, no es ciencia ficción. No nos vayamos muy lejos: ¿Qué ley aplica cuando un dron toma video de alguien en la privacidad de su hogar, pero desde cien metros de distancia? Y el gobierno, ¿tiene derecho a hacerlo cuando tiene sospecha razonable de actividad criminal? Los propios inventores no están del todo claros con lo que implica todo esto, así que ni hablar de nuestros legisladores y burócratas. Estos debates legales y éticos serán impredecibles, emotivos, desinformados, basados en el miedo y desconocimiento. No hemos visto nada.
7. Al final, lo que hace falta cambiar no es la tecnología, ya que eso es impuesto por el avance natural de la humanidad. Ni siquiera el marco legal es lo más importante, ya que eso es un pedazo de papel o un par de bytes. Lo que tiene que cambiar es la mentalidad y cultura. La humanidad está presenciando cambios exponenciales que traerán, junto a sus beneficios, grandes retos. Los gremios, profesionales, y demás ciudadanos, deberán estar listos como sociedad para responder al inminente cambio en la naturaleza del trabajo. Es natural que la tecnología fundamentalmente nueva desplace a empleados de sus trabajos. Sí, las industrias “vintage” serán impactadas aún más que en los últimos años. Sí, los robots están sustituyendo a los humanos en muchos sectores. Y con la velocidad con la que estos desarrollos se están dando, es imposible saber cuáles sectores serán impactados o cuáles otras consecuencias habrán. Pero eso también crea oportunidades de trabajos de valor añadido que antes no existían, y beneficios que ni nos imaginamos. Más importante aún, estas tecnologías son nuestras herramientas para proveer comida y energía en un mundo superpoblado, curas contra enfermedades y para enfrentar otros grandes retos de la humanidad.
Sé que podemos tratar de acoger las innovaciones y los avances tecnológicos de una manera flexible y sosegada a la vez que se toman en cuenta derechos existentes. Puerto Rico: No seamos meros espectadores. Participemos de una manera constructiva en la evolución de la humanidad.