Contar, abrazar…
CONTAR LAS bendiciones propias cuando tantos han perdido tanto puede parecer quizás insensible, quizá falto de tacto, quizás egoísta. Hacerlo, sin embargo, es una reacción instintiva, un rasgo muy propio de la naturaleza humana que debería afinar el sentimiento, apuntalar la empatía y abonar la solidaridad. A seis días de que “María” nos embistiera con la misma patética indiferencia con la que el ser humano trata la Naturaleza, aún nos hermanan el aturdimiento, el desconcierto y la desesperanza con los … Ver más ➡