El candidato a gobernador de Puerto Rico por el Partido Popular Democrático (PPD), Dr. David E. Bernier Rivera, presentó recientemente una innovadora propuesta en forma de decálogo sobre lo que entiende deben ser los cimientos de una regeneración puertorriqueña.

Como internacionalista y académico, debo destacar que por primera vez en la historia un candidato a la gobernación incluye entre su oferta de propuestas un punto en específico sobre la internacionalización del País. En el punto 9 del decálogo, titulado Insertar a Puerto Rico en el ámbito internacional, el Dr. Bernier manifiesta que la competitividad y productividad de Puerto Rico depende en gran medida de su internacionalización e integración con el Caribe. En un mundo globalizado y ante la crisis inmersa en la que estamos, esta afirmación es una de las declaraciones más acertadas y oportunas que he escuchado sobre cuál debe ser nuestro el “destino manifiesto”.

Con igual claridad, el candidato a gobernador por el PPD manifiesta la necesidad de contar con un cuerpo de funcionarios puertorriqueños capacitados en temas internacionales para hacer efectiva nuestra integración al mundo. Está visión de avanzada queda configurada con el reconocimiento de la necesidad de crear una cultura internacional en todos los ámbitos de la vida puertorriqueña, sobre todo en el económico.

Las mejores herramientas que poseemos los puertorriqueños para lograr este objetivo, indispensable para un futuro próspero, son la cultura, la academia y el deporte. Estas tres manifestaciones de nuestra nacionalidad son la mejor carta de presentación y promoción ante el mundo. Son tres elementos de nuestra vida como pueblo con vasta difusión internacional y de gran calidad mundial que nos permitirán crear una “cabeza de playa” en el mundo, que propicie la atracción de mayor turismo de calidad, la atracción de inversiones y el aumento de nuestras exportaciones. De igual forma, por medio de la internacionalización de la cultura, la academia y el deporte se generará una gran actividad económica y los empleos que tanta falta nos hace.

David Bernier nos ha presentado la visión de una puerta entreabierta al mundo que, si sabemos aprovecharla, nos abrirá un lugar en el mundo. No es de extrañar que sea un ex- Secretario de Estado y deportista quien reconozca la importancia de nuestra internacionalización para ser más competitivos y productivos. Tampoco hay duda de que si todos los puertorriqueños tuvieran la oportunidad asomarse al mundo y reconocer las infinitas oportunidades para el País acogerían como propia la propuesta del Dr. Bernier.

En los próximos años a los puertorriqueños se nos va la vida, y es a través de la internacionalización que la haremos vigorosa. Lo contrario sería el aislamiento, la decadencia y nuestro ocaso.