Un internacionalista llamado David Bernier
Hace algunas semanas, respondiendo a la pregunta de un amigo, le manifesté que ser Secretario de Estado debiera ser un requisito previo para aspirar a la gobernación de Puerto Rico. De esa forma, le expliqué, se garantizaba que el Gobernador tuviera una visión amplia de los retos que la globalización impone.
Como internacionalista puertorriqueño, no puedo más que reconocer ese atributo en David Bernier, quien desarrolló una acción exterior efectiva, valiente y dirigida a obtener resultados. A modo de ejemplo, suyo es el éxito en lograr un aumento de las exportaciones puertorriqueñas hacia la República Dominicana, y que el Departamento de Estado se convirtiera en una herramienta de diplomacia comercial para los empresarios puertorriqueños en el exterior.
En los tres años de su incumbencia, nunca se había hecho tanto para promover una cultura internacional en Puerto Rico y proyectar internacionalmente a la academia puertorriqueña.
Es por lo anterior, y me consta, que David Bernier cuenta con el reconocimiento y el prestigio internacional que podría continuar abriendo puertas y derribado muros en el mundo en favor del desarrollo socioeconómico puertorriqueño.
Su liderato y compromiso con la internacionalización de Puerto Rico, unido a su personalidad y su estilo de trabajo, quedó ampliamente demostrado y atrajo a un nutrido grupo de profesionales puertorriqueños comprometidos y dedicados con el País.
Como Secretario de Estado, David Bernier desarrolló una política exterior puertorriqueña pragmática e institucionalizada. Responder de forma innovadora a la crisis económica y financiera puertorriqueña fue su objetivo principal, que junto a una firme y continua comunicación con la administración Obama permitió lograr objetivos concretos.
Un factor importantísimo que David Bernier cultivó con mucho ahínco y que fuera determinante para su éxito fue el andamiaje de colaboración entre agencias gubernamentales y el sector privado que creó en el Departamento, una maquinaria bien aceitada de trabajo en equipo con objetivos específicos.
Puerto Rico tuvo la fortuna de contar con este servidor público de excelencia, que supo reconocer lo imperativo de la internacionalización para un futuro próspero del País. Ojalá los puertorriqueños podamos seguir contando con el patriotismo, la dedicación desinteresada, la experiencia y la calidad humana de David Bernier, que además de ser odontólogo y esgrimista, es un internacionalista probado.