Algo bueno está pasando en Guatemala
Guatemala se encuentra en una coyuntura histórica del que solo cosas buenas pueden surgir. Tras experimentar un cruento conflicto armado, más externo que interno (1960-1996), Guatemala ha dado ejemplo de cómo un pueblo propicia una transformación política pacífica e institucional rechazando la corrupción y a los partidos políticos tradicionales.
El domingo 25 de octubre los guatemaltecos elegirán presidente, en segunda vuelta electoral, al actor y empresario Jimmy Morales que representa todo lo contrario a la política tradicional guatemalteca. Más que un voto de protesta o rechazo, se trata de una apuesta al cambio y a nuevas formas de hacer política.
A los puertorriqueños les debe interesar mucho lo que ocurre en la nación centroamericana pues puede inspirar a propiciar los cambios que Puerto Rico necesita. Además, Guatemala tiene un enrome potencial de convertirse en el principal socio comercial puertorriqueño en Centro América. Recordemos que Guatemala es el país más poblado e industrializado del istmo centroamericano y existe libre comercio entre Puerto Rico y Guatemala gracias al DR-CAFTA.
Es admirable e impresionante como Guatemala continúa a paso firme hacia adelante sin importar los recientes acontecimientos. Su economía representa el 35% del PIB de Centro América, la inversión extranjera directa en Guatemala ha aumentado un 375.6%, y en los últimos 10 años las exportaciones de Guatemala han aumentado un 100%. En toda Centro América no existe un clima de negocios más abierto y favorable que en Guatemala.
Son muchos los retos que enfrentan los “chapines”. No me puedo imaginar una mejor coyuntura que la actual para enfrentarlos. Jimmy Morales representa una gran oportunidad que se debe aprovechar. La sociedad civil, los empresarios, los servidores públicos y la comunidad internacional deben otorgar al nuevo presidente su voto de confianza y ponerse a la disposición de trabajar por una Guatemala renovada.