Confieso mi convicción y adhesión por la agenda de internacionalización seguida por el Secretario de Estado, Hon. David Bernier, pues soy un furibundo promotor de la internacionalización del País. Su palabra y acción, hace mucho tiempo que debieron ser consenso en Puerto Rico. ¡Otra sería nuestra situación!

Estoy más que convencido que será imposible nuestra internacionalización sin internacionalizar previamente la educación superior del país. Por ello, la importancia, la relevancia y lo imperioso de la iniciativa del Secretario de Estado, Campus Puerto Rico, que busca promover el sistema de educación superior puertorriqueño como alternativa de estudio para extranjeros.

Los desarrollos recientes en los campos de la tecnología, la informática y la transportación han cambiado para siempre la relación de las distancias entre los pueblos que ocupan el Planeta, y han hecho, por así decirlo, un mundo más pequeño.  Los retos y problemas que enfrenta la Humanidad, tales como el desarrollo sostenido, la protección del medioambiente, el narcotráfico, la pobreza, el terrorismo, han pasado a ser asuntos que a TODOS nos concierne.

Invertir e insertarse de lleno en el ambiente de una economía y educación internacionalizada ha dejado de ser una opción para Puerto Rico para convertirse en una necesidad.  Invertir en el exterior es hoy equivalente a invertir en el interior.

El fenómeno de la mundialización, para el cual no se vislumbra que haya marcha atrás, ha aumentado marcadamente el nivel de competitividad y de excelencia necesario para sobrevivir en este nuevo ambiente global.

La mayoría abrumadora de los países del mundo, tanto los ricos como los pobres, destinan grandes recursos económicos para competir, para buscar oportunidades y espacios económicos viables, que ofrezcan para sus pueblos la posibilidad de crecer y desarrollarse y crear una mejor vida para sus ciudadanos.  Pero la naturaleza misma de esta nueva economía ha hecho más palpable que nunca la necesidad de colaboración y unión entre los pueblos, por encima de su nivel de desarrollo y sus necesidades particulares.

A lo largo de la mayor parte de su historia Puerto Rico ha vivido un aislamiento económico, comercial y educativo del resto del mundo que si bien en otra época pudo justificarse, hoy resulta anacrónico y contraproducente al bienestar de nuestro pueblo. La penetración de los Estados Unidos en el mercado puertorriqueño, así como las preferencias económicas con que contaba Puerto Rico, fueron en un tiempo factores de suficiente relevancia para lanzar y mantener el desarrollo económico de un pueblo que comenzaba a salir de la abyección y la pobreza.  Las ventajas económicas y la certidumbre de que los Estados Unidos, al defender sus intereses defendía los nuestros, llevaron al surgimiento en el País de una mentalidad aislacionista que ha tenido un efecto negativo en el desarrollo de nuestra sociedad y nuestra forma de vida, incluida la educación superior.

Hoy la realidad es otra. Puerto Rico ha perdido la capacidad de atraer capital norteamericano, y el fácil acceso a su mercado, al desaparecer la mayoría de los beneficios con que contábamos o al hacerse extensivos a otros países y regiones tales como el Caribe, México, Israel y Centro América.

La apertura y mundialización de los mercados ha cambiado las circunstancias para todos, inclusive los Estados Unidos, cuyos intereses casi siempre NO coinciden con los de Puerto Rico.

Ha llegado el momento de ponerle fin a esta actitud aislacionista que nos ha caracterizado y lanzarnos a la búsqueda de nuevas oportunidades económicas, comerciales y educativas. Campus Puerto Rico es el inicio de este camino.

Como pueblo, como nación, como País preocupado con su futuro, no podemos permitir que el discurso político pequeño coarte la capacidad y la necesidad de Puerto Rico de incorporarse a la comunidad de los pueblos del Planeta que participan de la nueva economía y educación globalizada. ¡Cualquier mente verdaderamente progresista reconoce esta realidad!

Campus Puerto Rico desarrolla las estructuras institucionales y prepara el recurso humano necesario para conducir los esfuerzos y defender los intereses de Puerto Rico en esta economía internacionalizada de hoy y del mañana. De ello depende nuestro porvenir y bienestar.

Secretario de Estado, Hon. David Enrique Bernier Rivera. Permítame felicitarlo y alabarlo por la iniciativa Campus Puerto Rico. Sepa usted que cuenta con la simpatía y adhesión de muchos académicos del País que reconocemos sus esfuerzos y el camino emprendido.

¡Siga adelante y no se detenga!