Si tu eres de los piensan que solo se reza antes de morir para entrar al cielo con el fin asegurarse un buen sitio allí, debes saber que ya se ha comprobado científicamente que la práctica de orar, meditar o realizar algún ejercicio espiritual ofrece importantes beneficios para la salud.

El doctor Harold Koenig de la Universidad de Duke lleva investigando este tema por años hasta que en el 2000 comenzó a revelar cómo  las personas que tienen la costumbre de orar y meditar viven mas años y con mejor salud. La oración continua les dota de una serenidad que les protege de las vicisitudes; con su “fe y energía superior” logran salvar sus casas y entornos en medio de calamidades. El Dr Koenig y sus colegas estudiaron durante 6 años a unas 4 mil personas — hombres y mujeres — de 65 años o mayores,  creyentes en un Ser Superior. En su mayoría, no importa cual fuera su creencia en esa fuerza divina, su “AS en la  manga” lo cifraban en su comunicación directa con DIOS. El análisis final arrojó que aquellas personas que nunca rezaban ni practicaban un ejercicio espiritual tuvieron 50% de riesgo de morir – por encima de las personas mayores.  Cualquiera que sea la forma, las personas buscan la “magia” de la oración en  “la Paz  del Silencio” .

El estudio del Dr. Koening en el 2000 incluyó a un 50% de personas que corrían riesgos de muertes mayores debido al tabaco, el alcohol y el aislamiento social. Se escucha hablar continuamente de curas “milagrosas” debido al poder de la fe; se defiende la intervención de un ser divino en la restauración de una salud quebrantada, se discuten diagnósticos de enfermedades terminales que desaparecen tras la oración y alguna práctica de sanación espiritual.

Sin embargo, el doctor Koenig prefirió limitarse a la explicación científica detrás de esos “milagros”. El dijo que la oración y la meditación son reductores de estrés y, por lo tanto, pueden disminuir la producción de las hormonas relacionadas con nuestras angustias, como es la adrenalina (o epinefrina),  que se descontrola en un estado de ansiedad. Se ha comprobado que cuando estas hormonas estresantes se mantienen en sus niveles mas bajos, se fortalece el sistema inmunoløgico, lo cual permite combatir mejor las enfermedades.

Paralelamente, David Larson del National Healthcare Institute de Maryland, donde se sigue estudiando la relación entre la espiritualidad y la salud, afirmó que las personas que acostumbran a acudir a un templo o lugar de meditación — no importa la creencia — poseen un grado de supervivencia mayor.

Por otro lado, los adversarios de estas teorías, como Richard Sloan, psicólogo de la Universidad de Columbia en Nueva York, alegaron que estos estudios lo que hacen es promover la idea equivocada de que la oración y las prácticas espirituales puedan prevenir enfermedades y hasta la muerte.   Sloan dijo que hay personas que cuando empeoran en su enfermedad se culpan por no haber rezado lo suficiente, confundiendo así oración con la cura.

A pesar de todo, las encuestas de los últimos años han revelado que cada vez hay mas personas en el mundo occidental que recurren a la oración en tiempos de quebrantos porque sienten que su espiritualidad acelera los procesos de curación y los mantiene con bienestar.

¿Y tu, has tenido una experiencia con el poder de la oración? Esperamos tu opinión con amor.

Comparte con tus amigos en todo el mundo EL BLOG MAGICO en www.endi.com / El Nuevo Día.Para una cita personal o charla, puedes dejar tu nombre y número telefónico en un texto al 1-(787) 510-0711. Te respondemos a la mayor brevedad. Para mas informacion visita la Web www.virginiagomez.com . En Facebook: La Hora Mágica con Virginia Gómez – Ciencia y Espiritualidad ® 2017 Virginia Gómez – ¡Gracias