¿Puede un objeto heredado traer energías negativas a tu hogar?

Hoy respondemos a la pregunta que una lectora amablemente nos trajo para EL BLOG MAGICO, interesada en saber el efecto que puede producir en nuestro hogar un objeto que hemos heredado. La respuesta inmediata es que las resonancias energéticas se adhieren a los objetos como a las personas. La buena noticia es que se pueden limpiar, al menos en su mayoría.

Lo primero que debemos observar es la reacción que ese objeto despierta en nosotros con solo mirarlo. Los ojos son las ventanas del alma. Supongamos que es un mueble: ¿Nos repele con sólo mirarlo o nos atrae?;  ¿Tiene algo que preferimos evitar o nos sentimos fascinados ante el? Es posible que el objeto traiga algo de la energía de su pasado propietario. Igual ocurre con las casas que retienen resonancias de energías de los pasados habitantes, igual que de los presentes que han venido a ocuparla.

¿Por qué ocurre? “Elemental, mi querido Watson“, decía Sherlock Holmes, el mas famoso detective de la ficción. Materia es igual a Energía, comprobó Albert Einstein.  Si todo es y somos energía en este Universo (que hasta ahora conocemos), esa energía está en vibración continua, aunque a diferentes frecuencias.  Recordemos las Teorías físicas de Maxwell: electricidad, magnetismo y electromagnetismo están ligados. 

Por eso es que hay lugares que nos atraen y otros no vemos la hora de salir corriendo. Toda situación que produzca una emoción muy fuerte, como: la ira, el pánico, los celos y la rabia, se impregnan en el hogar o recinto y pueden durar años en esos ambientes.  Si has heredado una casa o vas a comprar una, es muy importante investigar si allí se ha cometido algún crimen o robo, si se han producido actos de violencia doméstica, maltrato de mujeres o niños. También preguntar si falleció algún enfermo tras una larga agonía o por descuido de algún allegado a ese paciente. Lo mismo aplicamos a emociones de amor fuerte que también quedan impregnadas y por eso hay lugares que “nos fascinan” en cuanto entramos en ellos. ¡No todo va a ser negativo!

En el hogar la energía se suele asentar en el lugar donde pasamos mucho tiempo y se transforma en un patrón energético (recuerda que la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma). Por ejemplo: si heredaste el sillón del abuelo donde pasaba el día entero quejåndose de sus dolores y deseando morir, es posible que llegues a sentir su presencia en la habitaciøn, aún después de que el abuelo no esté porque ya falleció o la familia lo trasladó a un hospital o residencia geriátrica en otra ciudad o país. Así funciona la energía y la forma en que la percibimos y la emitimos. Por eso muchas personas no soportan ir a un Mercado de Pulgas (o Flea Markets). o a una tienda de antigüedades. No resisten el olor a humedad y a miasma (aire pesado y mustio), que se respira en el ambiente.

Muchas veces tenemos sentimientos encontrados al recibir una herencia que nos trae la presencia de esa persona. Sentimos remordimientos si lo rechazamos, pero no podemos evitar cierto “repeluz” aceptarlo. Si este es tu caso, te ofrezco unas sugerencias sencillas para que puedas retener el objeto si te interesa y lo disfrutes. No tienes que seguir TODAS las sugerencias, solo elige la mas apropiada para tu caso:

1. Si es una casa o apartamento, abre todas las ventanas durante toda una semana,  por 30 minutos temprano cada mañana.  Así se aireará con las mejores horas del Sol mañanero que nace por el Este.
2. Si puedes lavar el objeto, (en caso de que sea una joya, mantel, ropa, vajilla, adorno, etc.), hazlo y déjalo secar al  aire fresco antes de usarlo o guardarlo. Añade siempre nas gotas de limón a los detergentes que emplees.
3. Coloca cristales de cuarzo cerca del objeto heredado: si es un mueble, una sila, un cuadro, una figura de porcelana, etc.
4. Enciende luces o velas blancas en el lugar donde esta el objeto porque promueven la energía sanadora.
5. Circula un ramito de salvia quemada (smudge sage), por toda la casa todos los días durante una semana y luego una vez al mes. La salvia se utiliza desde la antigüedad para limpiar y proteger los ambientes.

Si a pesar de todo no te sientes bien con el objeto en tu casa, véndelo o regalalo a alquien que sepas que lo quiera tener. Lo importante es que tu te sientas bien. Ningún objeto material vale la Paz de nuestro espíritu y hogar.

¡A tu juicio queda!

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