¿Exiges una base científica para creer en algo y sin embargo eres muy religioso(a)?

Muchas personas insisten en que la Astrología no tiene base científica y no se debe utilizar como herramienta de orientación. La Astrología es un sistema de símbolos y códigos que nos guían para conectarnos con la Creación, al igual que los libros sagrados de las diversas religiones del mundo y la propia ciencia.

La Astrología y otros sistemas de estudios esotéricos como la Numerologîa, por ejemplo, son conocimientos milenarios basados en cálculos matemáticos y observaciones científicas que están vigentes en nuestros días.  La Astrología es la madre de la Astronomía y el sistema de Numerologia lo estableció el matemático Pitågoras de la Antigua Grecia hace mas de 2,500 años, cuyo famoso teorema del triángulo de 90 grados sigue imbatible.  ¡Pregunten si la NASA puede vivir sin sus astrónomos y matemáticos!   Y para los que no lo saben, los términos esoterismo y ocultismo designan el “conocimiento interno reservado a los iniciados” (entendiendo que los iniciados son personas preparadas para recibir conocimientos superiores), y no para etiquetar lo maligno o diabólico, como los fundamentalistas ignorantes se empeñan en hacer creer. El miedo que les produce su ignorancia es lo que padecen.  Si las religiones proclaman el amor de Dios,  ¿por qué sus fanáticos disparan tanto odio a los que no concuerdan con ellos? 

Por lo antes expuesto, les propongo abordar el tema de  la Astrologia sometiendo algunas creencias religiosas a la prueba de fuego del rigor cientifico, a ver si la pasan:

1 No existe prueba científica de la resurrección de Jesucristo. El Sudario de Turín (Italia), es una prueba cercana, pero todavía no concluyente. A pesar de ello, las enseñanzas del Maestro Jesús siguen vigentes y todavía inspiran amor, fe y compasión dentro y fuera de todas las religiones. Por cierto, Jesús no fundó religión alguna. Jesus nació, vivió y murió como el hombre judío que fue en su existencia terrenal. El cristianismo como religión oficial la instituyó el emperador romano Constantino mas de 300 años después de la muerte de Jesús y fue por intereses políticos y económicos para salvar a un imperio romano en total decadencia.

2. No existe prueba arqueológica del Éxodo del Pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto. Sin embargo, hay millones de judíos en el mundo que viven y mueren según las enseñanzas que su patriarca Moisés les transmitió, alegadamente del propio Yahvéh (Dios), en sus Tablas de los Diez Mandamientos.

3. No existe evidencia científica que confirme que Mahoma ascendió a los cielos cabalgando en su caballo alado y acompañado del arcángel Gabriel desde el Monte de Jerusalém.  No obstante, el sitio mas sagrado para los musulmanes es ese monte donde erigieron una mezquita en la Cúpula de la Roca para conmemorar este evento sagrado en su tradición.

Lo curioso es que las tres grandes religiones monoteístas del mundo reclaman su exclusividad sobre ese Monte Sagrado: los judíos, porque allí estaba erigido el templo del Rey Salomøn;  los cristianos porque allí sufrió Jesús su calvario y crucifixión;  y los musulmanes porque desde allí voló al cielo su profeta Mahoma.  ¿A quién creemos: a todos o a ninguno?   ¡No en balde siguen las guerras entre las tres religiones cuando todas proclaman que Dios sólo les pertenece a cada uno de ellos!

No estamos negando que esos hechos o milagros religiosos se pudieran haber producido. Solamente decimos: ¡No tenemos pruebas científicas de que se produjeron! Sin embargo, el poder que estas creencias ejerce sobre las personas que profesan sus respectivas religiones lo respetamos, mientras ellos no hostiguen, ofendan o hagan daño a los que no las siguen. Si creen en un Dios que les permite creer en la fe que eligieron, entonces deben respetar a todo el que decide alabar a Dios a su manera distinta, íntima y personal. Si Dios fuera el ser vengativo con el que los fanáticos amenazan a sus detractores, ya los hubiera fulminado a todos con un rayo, empezando por ellos mismos.   

No siempre encontramos respuestas lógicas en las religiones ni en la ciencia. Por eso tantas personas buscan en otros sistemas de conocimientos. La vida está llena de situaciones en que nos sentimos perdidos, no sabemos que decisión tomar. Problemas cotidianos, amores que no funcionan, relaciones laborales y personales complicadas o conflictos con nosotros mismos que no logramos resolver. Son muchas las ocasiones en las que sabemos en nuestro corazón que hay respuestas mucho mas allá del mundo físico que vemos y palpamos.

Por cierto, el Islam prohibe la práctica de la hechicería, pero califica de “celestial” a las ciencias ocultas como son la astrología y la profecía.  También el misticismo hebreo contempla el estudio de la astrología como parte integral del sistema de conocimientos mas antiguo de nuestra tradición judeocristiana que es la Cábala (o Kabbalah). De hecho, la Cábala estableció el “Big Bang” en la creación del mundo milenios antes de que la Ciencia moderna introdujera este concepto. Si lo dudan, consulten a un rabino o a un maestro cabalista y luego me cuentan …

Resumiendo: que cada persona es libre de creer lo que su entendimiento le dicte. No todos estamos en el mismo escalafón evolutivo. Le ruego a los que estén mas evolucionados que tengan paciencia con los otros. Y a los otros, que escuchen a los demás con respeto. Compartimos un mismo mundo; debemos hacerlo mejor para todos.  ¡Gracias!

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