Usamos nuestras manos para todo. Nos expresamos con ellas, tocamos, limpiamos, acariciamos, señalamos, abrimos puertas, escribimos, comemos, trabajamos, nos aseamos, ¡y no les damos tregua! Hasta que un golpe o herida saca a una de nuestras manos de combate o nos cortamos un dedo, no nos damos cuenta de lo maravillosas e imprescindibles que son. Mientras a nuestros cansados pies les damos su reposo de vez en cuando, las manos no se libran ni de día ni de noche. Y como si fuera poco, nos comunican nuestros potenciales y hasta nos marcan nuestro futuro. Leer lo que dicen nuestras manos se llama “Quiromancia” del griego que quiros, que significa manos y mancia que es estudio. Y a las personas que estudian y leen las manos se les conoce como palmistas o quirománticos.

Esta fascinación por conocer el carácter de una persona y su posible futuro leyendo sus manos nació hace muchos siglos en Euroasia: India, Nepal, Tibet, China, Persia, Sumeria y las históricas Palestina y Babilonia. En el siglo 19 en Europa la lectura de manos cobró tanto auge que para evitar que charlatanes abusaran de las personas de buena fe que buscaban estos conocimientos en 1889 se fundó The Chirological Society of Great Britain y en 1897 The American Chirological Society por Edgar de Valcourt-Vermont, el legendario Conde de St. Germain. Debemos mencionar al mas famoso palmista Cheiro (1866-1936), quien leyó con tanta precisión las manos del rey Eduardo VII de Inglaterra que le adelantó su abdicación al trono por el amor de una mujer y a William Pirrie, directivo de Harland and Wolf, constructores del Titanic, a quien previno del hundimiento mucho antes de que zarpara el mítico barco. Y así acertó también con las lecturas de los escritores Mark Twain, Oscar Wilde y de la diva teatral Sarah Bernhard, entre muchas estrellas de Hollywood.

La quiromancia o lectura de las manos se divide en tres apartados principales:
1. La quironomia: el carácter de una persona se lee por el tamaño, forma y apariencia de sus manos y dedos.
2. La quiromancia: las líneas y marcas en las manos revelan el carácter y el futuro de la persona.
3. La dermatoglifia: se estudia a la persona mediante sus huellas dactilares.

Ambas manos se deben estudiar porque son distintas y cambian a través de los años. Por muy irreal que suene, nuestras manos no solo envejecen sino que van sumando lîneas a medida que vamos viviendo. Nuestra vida queda impresa en las líneas y marcas de nuestras manos. De hecho, observarnos las manos es un ejercicio que nos puede servir para confrontar nuestra trayectoria por esta vida. Y es que cada mano contará nuestra vida desde un punto de vista distinto.

Por ejemplo, se estudia la mano dominante (con la que escribimos o la que mas utilizamos), que también es llamada la “mano del destino”, porque refleja la personalidad del sujeto, los cambios y las experiencias que ha tenido en esta vida. Esta mano representa nuestra mente consciente. En cambio la otra, la que se conoce como la “no dominante” representa el potencial de la persona, su futuro, porque refleja el subconsciente. En algunas tradiciones quirománticas se cree que ésta es la mano en la que quedan impresos los rasgos familiares hereditarios. Incluso hay palmistas que ven en esta mano las vidas pasadas y las condiciones karmåticas que arrastra la persona de otras encarnaciones.
Un buen palmista observará detenidamente las siguientes características de las manos: sus formas y las lineas de las palmas y los dedos; el color y la textura de la piel y de las uñas; el tamaño relativo entre las palmas y los dedos; la prominencia de los nudillos y otros tantos atributos de las manos.

También varían las líneas de persona a persona. No todo el mundo posee todas las líneas conocidas en las palmas de sus manos. De hecho, las tres principales que generalmente todos tenemos, son: 1. línea del corazón, donde se interpreta la vida emocional; 2. la línea de la cabeza que encierra la capacidad intelectual de la persona para aprender, comprender y expresarse, y 3. la línea de la vida que es la mas controversial ya que refleja los cambios trascendentales de la vida de esa persona, incluyendo sus heridas fisicas. Contraria a la creencia popular, los palmistas nunca vinculan el largo de la línea de la vida con los años que vivirá la persona.

Los dedos de la mano también reciben una influencia distinta. Así que los anillos debemos llevarlos en los dedos adecuados para lo que deseamos potenciar. En la mas tradicional escuela quiromántica que es la griega, se atribuyen las influencias de los dioses y diosas a cada dedo. Por ejemplo, el dedo anular está asociado con Apolo. De esta forma elegiremos el dedo segun deseemos fama, fortuna, arte, belleza, armonía, amor, etc. Así nuestras manos no solo serán un reflejo de nuestra personalidad, sino que también favorecerán el futuro que deseamos.

Si te interesa el tema, tendremos un Taller sobre la lectura de manos el próximo 21 de Julio de 3:00 a 5:00 de la tarde en El Caldero Mágico. Para información: (787) 510-0711 y (787) 721-3616.