¿Alguna vez te has despertado de repente y te ha entrado pánico porque no puedes moverte ni respirar? Sientes que algo muy pesado te oprime el pecho y notas la presencia de algo maligno en tu habitación. Y te da un miedo horroroso porque recuerdas que no es la primera vez que te ha ocurrido…

Calma y no te rías con lo que te voy a decir porque lo que acabas de experimentar se conoce como el Síndrome de la Vieja Bruja (Old Hag Syndrome, en inglés). Y es mas viejo que el frío porque el nombre le viene de la superstición de que las brujas se sentaban sobre el pecho de sus víctimas mientras éstas dormían para sofocarlas sin que se pudieran defender. Evidentemente esta explicación de la “vieja bruja” no convence a nadie que esté en sus cinco sentidos hoy en día, pero los síntomas del fenómeno llevan a muchas personas a creer que han sido víctimas de una fuerza sobrenatural, ya sean fantasmas, demonios o extraterrestres.

Lo mas aterrador de esta experiencia es que la persona se siente totalmente paralizada. Esta sensación tan terrible de no poder defenderse es lo que desata su terror. Muchas veces a esta angustia se le suma un extraño olor, el ruido de pisadas en la habitación o en el pasillo, la aparición de sombras raras, de ojos que brillan en la oscuridad y esa opresión en el pecho que ahoga. El efecto apenas dura fracciones de segundos, pero sus víctimas lo recuerdan como una eternidad. Y luego viene la parte mas absurda: se quedan perplejos al comprobar que en su habitación no ha pasado nada; nadie ha entrado, las ventanas están cerradas…. todo está igual.

Actualmente sabemos que este síndrome lo experimenta un 15 por ciento de la población adulta en el mundo, por lo menos una vez en su vida.  En el siglo II el médico Galeno se lo atribuía a una indigestión antes de dormir.  Hoy la Ciencia llama a este “acoso de la bruja” parálisis del sueño o Hipnagogia (el tránsito entre el sueño y el despertar). Igual que en los sueños en que se cuela la realidad que vimos ayer en este BLOG MAGICO, en la Hipnagogia el cerebro ha apagado la mayoría de las funciones musculares para que no podamos intervenir en las escenas que estamos soñando. ¡Imagînate el peligro que correríamos cuando soñamos que alguien nos persigue para matarnos! Por lo menos nos caeríamos de la cama y a saber el daño que nos haríamos. Pues hay ocasiones en que nos despertamos cuando el cerebro no ha terminado de desconectar esta fase y por eso sufrimos alucinaciones variadas.

A pesar de que todavía no contamos con estudios científicos conclusivos,  se sabe que el fenómeno se da mas cuando la persona está acostada boca arriba y ha dormido poco o está muy estresada. Es muy común entre personas que sufren de ansiedad, desórdenes bipolares o consumen ansiolîticos (tranquilizantes). En otros estudios mas recientes se ha descubierto que el 35 por ciento de las personas estudiadas también tenían un historial de sufrir ataques de pánico al despertar, los cuales no están relacionados con el síndrome de “la vieja bruja”.

Un consejo si te vuelve a ocurrir:  intenta mover aunque sea un solo dedo. Te parecerá tonto, pero con un simple movimiento de tu cuerpo romperás el efecto inmediatamente y te evitarás la angustia. Seguro que esa “bruja que te oprime el pecho” no es otra cosa que la ansiedad de vivir en este mundo lleno de estrés. Toma una buena taza de tila o manzanilla antes de dormir, lee un poco, apaga todo  y dulces sueños. ¡Y luego me los cuentas para analizarlo en el BLOG MAGICO!

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