Hace cuatro años, el promedio de encuestas otorgaba a Hillary Clinton una ventaja de 43% a 39% sobre Donald Trump a nivel nacional en Estados Unidos en los meses de junio y julio de 2016.

Clinton ganó el voto popular. Obtuvo 2.86 millones más que Trump. Pero, Trump fue electo presidente, pues dominó el colegio electoral 304 a 227, con siete electores que prefirieron votar por otras personas.

Ahora, a 107 días de las elecciones, el exvicepresidente Joe Biden, quien debe ser proclamado candidato presidencial demócrata el mes próximo, tiene una ventaja de 8.6%, según el promedio de encuestas que calcula Real Clear Politcs.

Biden, además, aventaja a Trump en estados claves que el actual inquilino de la Casa Blanca ganó en 2016, como Pensilvania (7%), Florida (6.4%), Wisconsin (6%), Arizona (2.8%) y Carolina del Norte (2%).

Con solo recuperar para los demócratas Florida y Pensilvania, Biden probablemente ganaría las elecciones.

Nadie, claro está, puede predecir en julio lo que sucederá el 3 de noviembre. Menos aún este año, en el que la pandemia del coronavirus puede complicar el mismo proceso de votación.

Sin embargo, las encuestas deben preocupar a Trump, quien acaba de cambiar de director de campaña.

La más reciente encuesta de ABC-Washington Post -divulgada hoy-, otorga a Biden una ventaja amplísima, 55% a 40%.

Biden ha incrementado su liderato desde que prácticamente aseguró a principios de abril la candidatura presidencial, la cual será ratificada a mediados de agosto en una convención virtual desde Milwaukee, Wisconsin.

Con la incesante emergencia del coronavirus, los desafíos de Trump se complican aún más.

Puede haber mantenido una base de 40% que parece que nunca le abandonará, pero su insistencia en minimizar la emergencia del COVID-19 y el resurgimiento de los casos en la mayoría de los estados profundizan sus problemas.

La encuesta de ABC-Washington indicó que el elector estadounidense, en estos momentos, confía mucho más en Biden que en Trump para manejar la pandemia del coronavirus, que le ha costado la vida a más de 140,400 personas en Estados Unidos.

Según ese estudio, el 54% de los electores confía en Biden para atender la emergencia del coronavirus. Solo un 34% expresa confianza en Trump.

Trump todavía supera a Biden en el área de la economía. El 47% de los electores confía en Trump para atender la situación económica de Estados Unidos, frente al 45% que piensa que la economía estaría en buenas manos con Biden en la Casa Blanca.

Pero, aún esos números deben inquietar a la gente de Trump. En marzo el 57% de los estadounidenses aprobaba la gestión de Trump en el área económica.

Cada elección debe considerarse en gran medida un referéndum sobre la labor de un gobernante que busca un voto de confianza. Esta vez, no debe haber duda de que la elección será un referéndum sobre el presidente Trump.

La encuesta ABC-Washington Post así lo acentúa. Dos tercios de los seguidores de Biden han indicado que lo más importante de esta elección es derrotar a Trump, no votar por su candidato.

Sin los eventos multitudinarios tradicionales alrededor de la docena de estados claves de esta elección y la atención de la opinión pública en la pandemia del COVID-19, revertir una ventaja como la que proyectan las encuestas requerirá un vuelco tremendo. Es posible. Pero, cuesta arriba.

Más aún si para el elector el voto de noviembre termina siendo simplemente un referéndum Trump sí o no.