Hillary Clinton pasó el sábado disculpándose por haber generalizado al describir “a la mitad” de los seguidores de Donald Trump como una “canasta de deplorables”, por ser racistas, homofóbicos y anti musulmanes.

Las próximas horas y días tendrá que dar reafirmaciones de que está bien de salud, al casi colapsar el domingo como consecuencia de una pulmonía que le fue diagnosticada el viernes y la cual su campaña admitió horas después de haber dicho primero que se había meramente mareado por el calor que sintió en  el evento de Nueva York en recuerdo de las víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.

El vídeo de Clinton perdiendo fuerza en sus piernas para poder caminar sin ayuda y sostenerse de pie, la perseguirá durante el resto de la campaña, principalmente ante la estrategia que ha utilizado Donald Trump para cuestionar que esté saludable, tras el coágulo que se le formó en la cabeza en 2012, cuando era secretaria de Estado, como consecuencia del golpe que se dio al desmayarse y caerse.

Su doctora, Lisa Bardack, indicó que tiene pulmonía, diagnosticada desde el viernes, y que se le han estado suministrando antibióticos y recomendado reposo. “En el acto de ésta mañana se acaloró y deshidrató”, indicó la doctora.

Inicialmente, pese al diagnóstico, la campaña de Clinton había dicho que era meramente un mareo a causa del calor en el evento de recordación.

Como Trump, sus seguidores llevan semanas cuestionando que la exsecretaria de Estado esté saludable. La tos que ha tenido recientemente avivó esos comentarios. Pero ella ha dado más información sobre su salud que el magnate de las bienes raíces, que en las últimas encuestas ha salido mejor y dado nuevas esperanzas a los republicanos de que pueda competir en varios de los estados que van a decidir las elecciones, como Florida y Ohio.

En declaraciones a medios estadounidenses, fuentes demócratas consideraron un error que la campaña de Clinton no diera a conocer el viernes el diagnóstico de pulmonía.

Clinton tiene 69 años. Trump tiene 70 y sería el presidente de EEUU de mayor edad al comenzar su mandato. Ella sería la segunda, detrás de Ronald Reagan.

A media tarde, las cámaras de televisión captaron a Clinton saliendo sola del apartamento de su hija, Chelsea, a donde la llevaron en la mañana cuando se sintió indispuesta.

“Me siento muy bien. Es un día precioso en Nueva York”, dijo Clinton al salir del edificio de apartamento de su hija. Posó para una foto con una niña y se montó sin ayuda en la van que le transporta.

Ha tenido previsto un viaje de campaña mañana a California, que puede tener que recalendarizar.

Trump – usualmente demasiado impetuoso-, hasta esta noche no había dicho una palabra sobre el incidente. Ni siquiera por Twitter, la red social que utiliza consecuentemente para atacar a su oponente.