Tres temas de la agenda de Obama
En año de elecciones, en Estados Unidos las expectativas sobre el Congreso, ya naturalmente disminuidas, son aún más limitadas.
Es el segundo y último año de la sesión vigente y los trabajos se reducen marcadamente, pues a partir del verano los 435 miembros de la Cámara de Representantes y un tercio de los 100 senadores estarán más dedicados a sus campañas que a las tareas legislativas.
Esta vez, las esperanzas del presidente Barack Obama de lograr consenso son más bajas que lo usual. Ha advertido está listo para darle la vuelta al Congreso, cuando pueda, y tomar medidas ejecutivas, como hizo en 2012 para evitar las deportaciones de los jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos de la mano de sus padres.
Pero, vale destacar tres asuntos que estarán sobre la mesa que tendrán un impacto importante en Puerto Rico si logra superar el estancamiento de Washington.
1.Salario mínimo federal
Los demócratas tienen presentado en el Congreso desde 2013 un proyecto de ley que elevaría, en un plazo de poco más de dos años, de $7.25 a $10.10 el salario mínimo federal por hora. De ahí en adelante el sueldo básico estaría guiado por la inflación.
En Puerto Rico la medida beneficiaría a más de 300,000 trabajadores, casi uno de tres personas que son parte de la fuerza laboral del país.
El tema pone los pelos de punta particularmente a los alcaldes, en momentos en que la mayoría de los municipios se enfrentan a un déficit fiscal. Pero, es impulsado por los sectores sindicales en Estados Unidos y Puerto Rico.
Aunque el Congreso – ante la oposición primaria de sectores republicanos no eche la idea hacia delante -, el presidente Obama sostuvo que impulsará por lo menos una orden ejecutiva que exija en los nuevos contratos federales que las empresas que dan servicios al gobierno eleven el sueldo mínimo a $10.10 por hora.
“A cada alcalde, gobernador y legislador estatal de Estados Unidos le digo lo siguiente: no hace falta que esperen a que actúe el Congreso, las personas que viven en Estados Unidos los respaldarán si abordan esta tarea”, dijo Obama.
En Puerto Rico, explicaba el ex secretario del Trabajo Ruy Delgado Zayas, la Legislatura de Puerto Rico adoptó en 1998 seguir la política federal sobre el salario mínimo federal, cediendo la posibilidad de legislar localmente sobre el asunto. Claro, si el Partido Popular Democrático (PPD) quisiera, pudiera revertir esa ley y legislar independientemente.
2.Asistencia federal por desempleo
En diciembre pasado venció la ley que durante los últimos años permitió otorgar una ayuda federal a los que llevan más de 26 semanas sin encontrar trabajo y siguen en la búsqueda de un empleo.
Más de 30,000 personas, en ocasiones casi 40,000, solicitaban mensualmente esa asistencia federal en Puerto Rico, lo que suponía distribuir cerca de $170 millones anuales. En momentos en que la economía de Puerto Rico no despega y la tasa de desempleo acaba de subir al 15.4% – un aumento de 0.7% de noviembre a diciembre de 2013 y de casi 2% en este año fiscal -, la iniciativa cobra importancia.
El debate debe volver pronto a los hemiciclos del Congreso, si los demócratas y los republicanos se ponen de acuerdo sobre cómo financiar el costo de ese programa, que se calcula en más de $2,000 millones mensuales.
“Estoy convencido de que podemos ayudar a las personas que viven en Estados Unidos a reincorporarse a la fuerza laboral más rápidamente con una reforma del programa de seguro por desempleo para que resulte más eficaz en nuestra economía actual. Pero primero, este Congreso necesita restituir el seguro por desempleo que acaban de dejar vencer para más de 1.6 millones de personas”, indicó el presidente Obama.
3.Reforma de inmigración
No hay número concretos sobre Puerto Rico, pero hay expertos que calculan que la población indocumentada debe rondar por lo menos las 100,000 personas. Muchos son parte ya de la economía informal de la isla, que sigue creciendo, y sus hijos han nacido en la Isla. Son los vecinos de nuestras familias y muchos identifican a Puerto Rico como su hogar.
El Senado aprobó en 2013 un abarcador proyecto que otorga una vía hacia la normalización y la ciudadanía estadounidense a cerca de 11 millones de indocumentados. En la Cámara baja, dominada por los republicanos, se intenta avanzar medidas individuales, pero el énfasis sigue estando en iniciativas para controlar mejor la frontera. Hay expectativas, sin embargo, de que sectores moderados avance alguna legislación que le otorgue el camino a la ciudadanía a los que llegaron a Estados Unidos del brazo de sus padres y otorgue visas de trabajo a los que entraron a territorio estadounidense como adultos.
A Obama le criticaron anoche que dijera poco sobre el tema. Pero, otros piensan que es una medida táctica para no revolotear el avispero republicano y darle espacio a los que dentro de ese partido si quieren aprobar alguna legislación.
En su mensaje, Obama expresó lo siguiente: “Si hablamos en serio sobre el crecimiento económico, es hora de responder al llamamiento de nuestros líderes empresariales, líderes laborales, líderes espirituales y de cumplimiento del orden público, y arreglar nuestro sistema de inmigración que no funciona. Los republicanos y los demócratas en el Senado se han movilizado. Sé que los miembros de ambos partidos en la Cámara de Representantes quieren hacer lo mismo. Los economistas independientes dicen que la reforma migratoria ayudará a nuestra economía a crecer y reducirá nuestro déficit en casi $1 billón en las próximas dos décadas. Y con buen motivo: cuando las personas viene aquí a hacer realidad sus sueños (estudiar, inventar y contribuir a nuestra cultura), hacen que nuestro país sea un lugar más atractivo para las empresas para encontrar y crear trabajos para todos. Consigamos este año aprobar una reforma migratoria”.