Debe hablarse claro
Las proyecciones que hacen gobiernos estatales y locales sobre la propagación del coronavirus apuntan a que las medidas de distanciamiento social van a tener que estar vigentes más allá del mes de abril, sino se quiere echar hacia atrás el avance que puedan haber tenido los mandatos para la gente quedarse en casa.
El modelo de la Universidad de Washington estima que el momento más alto de la propagación de casos en Estados Unidos será el 15 de abril. Ese análisis prevé que habrá cerca de 70,000 muertes al terminar este mes, un número que aumentará a 91,000 para el 1 de agosto.
Los datos de Nueva York coinciden con esa aceleración de la crisis durante el mes de abril.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que los expertos consideran que el pico de casos positivos en su estado puede ocurrir en una o dos semanas.
El estado de Nueva York tiene 19.5 millones de habitantes. Su alta concentración poblacional está en Nueva York, donde, entre sus 8.3 millones de habitantes, tiene lugar la peor crisis del coronavirus en estos momentos en Estados Unidos.
Casi la mitad de las muertes en Estados Unidos- hasta esta mañana-, han ocurrido en el estado de Nueva York.
De las sobre 8,500 muertes en Estados Unidos a causa del coronavirus, 4,139 se habían registrado en Nueva York. Más de la mitad de los casos del estado de Nueva York, se han dado en la gran manzana.
En otras jurisdicciones, sin embargo, los datos irán alterando los pronósticos.
El estudio de la Universidad de Washington estima que el punto más crítico en California – con cerca de 13,800 casos y por lo menos 323 muertes-, será a finales de mes.
En Puerto Rico, el secretario de Salud, Lorenzo González, dijo, por su parte, que la curva de casos de coronavirus alcanzará su punto más alto en algún momento entre finales de abril o el 8 de mayo.
Eso hace claro que restricciones en las actividades públicas deberán estar vigentes todavía durante el mes de mayo en Puerto Rico, más aún si las pruebas de detección del virus siguen limitadas. Los pronósticos se hacen sin pruebas suficientes para diagnosticar el virus.
La gobernadora Wanda Vázquez mantiene las ordenes de quedarse en casa y de toque de queda nocturno hasta el 12 de abril. Es evidente, sin embargo, que deberá extenderlas. Quizá aproveche la conferencia de prensa de esta noche para anunciarlo.
La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, ya extendió hasta el 30 de mayo la prohibición de las actividades deportivas y culturales de la ciudad.
Hasta hoy, en Puerto Rico se habían realizado solo 4,591 pruebas de detección del virus, sin conocer aún como rastrear los contactos de los 475 casos confirmados.
En Florida, la ola de propagación puede también tener lugar a principios de mayo. Mientras, en Virginia, el análisis de la Universidad de Washington prevé que el pico ocurrirá a finales de mayo.
Pero, en Washington D.C. – la sede del gobierno federal-, la alcaldesa Muriel Bowser indicó que el pico en su ciudad ocurriría tarde en el mes de junio o a principios de julio, mucho más tarde que la fecha de mediados de abril que proyecta la Universidad de Washington.
La futura recuperación de Nueva York difícilmente pueda convertirse en una situación prolongada si no se contiene la propagación en otras ciudades importantes, y claramente una de ellas es la capital estadounidense, que impacta directamente las zonas colindantes con Maryland y el norte de Virginia.
El epidemiólogo federal Anthony Fauci ha dicho que las decisiones sobre la continuidad de las normas de distanciamiento social deberán tomarse de semana en semana y día a día.
Hoy, advirtió que la situación no está bajo control. “Estamos luchando para tenerlo bajo control”, indicó Fauci.
A nivel federal las recomendaciones de distanciamento social se extienden hasta el 30 de abril.Hay proyecciones que hacen claros que las restricciones y las normas de distanciamiento social deberán continuar. No hay razón para minimizarlo, ni dar la información a cuentagotas. Por el contrario, se requiere que a la gente se le hable claro, para evitar decepciones y falsas expectativas.
En espera de una vacuna, sin pruebas suficientes para asegurar que las personas que salgan a la calle no están infectadas con el virus, la normalidad puede tachar lo avanzado y dar inicio a una nueva etapa de esta crisis.