El fin del club de Rosselló
El club de Rosselló quedó retratado.
Contrario a lo que pueden pensar algunos de los seguidores que le quedan al gobernador Ricardo Rosselló Nevares, la crisis política, y quizá pronto la nueva controversia constitucional, a que se enfrenta Puerto Rico no se trata de una doble vara.
Ha habido denuncias de corrupción en contra de otros gobiernos. Aníbal Acevedo Vilá llegó a ser acusado de cargos criminales por violaciones electorales, de los que luego fue absuelto.
Pero, aquí – independiente a los cargos de corrupción recién presentados en contra de altas funcionarias de su gobierno y contratistas cercanos por el manejo de la cartera de fondos de educación y salud-, se trata de otra cosa.
Es una cuestión de carácter. Se ha podido rendir veredicto nada más terminar de leer las 889 páginas del desagradable chat que encabezó el gobernador con el “equipo de comunicación” de sus colaboradores más cercanos.
¿Quién puede verlos y no pensar en los insultos sexistas, homofóbicos y sobre la apariencia física de las personas? Cómo no recordar que el gobernador llamó puta a la ex presidenta del Concejo Municipal de Nueva York Melisssa Mark Viverito por sus diferencias en torno a cómo enfrentar el debate sobre el futuro político de Puerto Rico.
¿Quién puede verlos y no pensar en las burlas a los muertos del huracán María o a la memoria de los independentistas Carlos Gallisá y Marta Font?
Han funcionado como un club desde el primer día. Quizá con excepción de la que fue subsecretaria de la Gobernación, que tuvo que abandonar el puesto a causa del otro chat, el de Whatsapp, han funcionado como un club exclusivo para hombres. En el chat de Telegram todos son hombres.
Han querido ganar cada minuto del debate público y aplastar a los de su partido y a la oposición. En términos de imagen, el gobernador ha vivido obsesionado.
Ese chat de Telegram es una vergüenza. Sin duda. Pero, también contiene conflictos graves que deberán investigarse.
Los documentos indican que al presidente de KOI, Edwin Miranda, lo utilizaban como enlace no solo para manejar las campañas del gobierno, sino también para coordinar los ataques políticos y la agenda partidista del gobernador. Aluden a pasquinadas – como las de “Marazzi gobernador” en el fin de semana de una convención del Partido Popular Democrático (PPD)- o al uso de fotutos en las redes sociales para atacar a la oposición política y a periodistas.
El propio gobernador habla de abrir una investigación policial, por lo bajo, en contra del representante Manuel Natal Albelo. Discuten por qué la esposa del senador del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Juan Dalmau, tiene un puesto de “confianza” en la División Legal de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras y el ahora ex asesor del gobernador Carlos Bermúdez dice que esa plaza debe estar en manos de un militante del Partido Nuevo Progresista (PNP).
La conversación conocida, que solo abarca poco más de un mes, incluye al cabildero Elías Fernando Sánchez Sifonte. Pese a que tiene vínculos con empresas relacionadas a energía y salud, como han indicado varias fuentes, Sánchez Sifonte participa de las conversaciones y obtiene información privilegiada sobre asuntos de política pública en esas áreas.
Otro asunto que puede investigar el grupo especial de trabajo designado por la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez Garced, es la posibilidad de que hasta se hayan inventado un viaje a Washington del gobernador y el ahora ex secretario de Estado Luis Rivera Marín para gastarle una broma al presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, después de ella haber sido absuelta de una investigación ordenada por la oficina del fiscal especial independiente.
Hay que recordar que Rivera Schatz, aun después de la absolución, consideraba que Vázquez Garced debía renunciar a su puesto.
Los ataques que contiene el chat no dejan fuera a los colegas del gobernador en el PNP y el gobierno. Se burlan del presidente del Senado. El propio gobernador se mofa de una persona obesa que es militante del PNP, y de una foto de Rivera Schatz y la comisionada González. También critican el trabajo del secretario de la Vivienda, Fernando Gil Enseñat, con el programa Tú Hogar Renace.
Como hacen sus fotutos de las redes sociales – y por años los de la radio-, parte de la misión del chat va dirigida a lanzar ataques a periodistas. La charlatanería alcanza niveles increíbles. Las palabras soeces del gobernador Rosselló Nevares hacia el colega Benjamín Torres Gotay son un reflejo de la inmadurez suya y de sus más cercanos colaboradores. De su falta de carácter.
Solo el entonces secretario de la Gobernación y ex secretario de Hacienda, Raúl Maldonado, trató de poner orden en el club.
“Los chistes y burlas no son apropiados, y pueden afectar la campaña de reelección del gobernador y no son apropiados, particularmente en un chat como éste, en un chat no encriptado”, intervino en una ocasión Maldonado. Yo no sé si Maldonado está libre de pecados en el manejo de los asuntos del gobierno. El tiempo dirá. Pero, dentro de ese chat, pareció la única persona sensata que intentó reorientar el lenguaje y la misión de gobierno de los participantes de ese chat.
No hicieron caso.
No ha aplicado la presunción de inocencia, como en un caso judicial por corrupción. El contenido del chat es una admisión de culpa.