Donald Trump ha seleccionado para su gabinete de gobierno y la Casa Blanca varios multimillonarios, personas cercanas a Wall Street y miembros del establishment de Washington D.C., después de haber ganado la presidencia de EEUU con un mensaje ‘populista’.

La senadora demócrata Elizabeth Warren (Massachusetts) ha contado ya más de 20 personas procedentes de Wall Street y de la industria del cabildeo entre los candidatos a miembros del gabinete de gobierno y equipo de transición del presidente electo Trump.

Warren, liberal y muy crítica de Wall Street, mencionó particularmente el caso del candidato a secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, quien trabajó durante 17 años con la empresa financiera Goldman Sachs.

Para la portavoz de la minoría demócrata cameral, Nancy Pelosi, Mnuchin y otros multimillonarios en el gabinete de Trump son “un temprano regalo de Navidad” para “sus amigos que tienen intereses especiales”.

Mnuchin es de los multimillonarios nombrados el que menos dinero tiene. Su fortuna se calcula en “cientos de millones de dólares”.

El propuesto secretario de Comercio, Wilbur Ross, presidente de una empresa de inversiones, tiene un capital estimado de entre $2,500 millones y $2,900 millones. La familia del designado subsecretario de Comercio, Todd Ricketts, condueño de los Cachorros de Chicago en el béisbol de las Grandes Ligas de EEUU, tiene una fortuna de alrededor de $1,700 millones.

Mientras, el capital de la familia de la designada secretaria de Educación, Betsy deVos, se estima en $5,100 millones.

Trump, además, ha seleccionado como próximo secretario de Justicia al senador ultraconservador Jeff Sessions (Alabama), como secretario de Salud a otro muy conservador, el congresista Tom Price (Georgia) y como director de la CIA al congresista Mike Pompeo (Kansas).

Otros símbolos de Washington D.C. son su jefe de Gabinete, Reince Priebus, presidente del Partido Republicano de EEUU, y la designada secretaria de Transportación, Elaine Chao, quien fue secretaria del Trabajo durante el gobierno de George W. Bush y es la esposa del líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell (Kentucky).

La toma del establishment republicana queda mejor evidenciada con las reuniones que ha tenido con el excandidato presidencial Mitch Romney, quien fue el portavoz del movimiento ‘Nunca Trump’ – con el cual coincidieron los principales líderes del Partido Republicano de EEUU en Puerto Rico-, y ahora es candidato a secretario de Estado.

Para ser un candidato presidencial que prometió “drenar el pantano” de Washington D.C., “ha escogido un buen número de caimanes”, destacó Bill Krystol, editor de la publicación conservadora National Review, y crítico del presidente electo, en entrevista con CNN.

Jason Miller, portavoz de Trump, consideró, sin embargo, que el presidente electo ha optado por “un gabinete de ganadores” y dijo que el equipo económico conoce como mejorar la situación de los trabajadores de la clase media.

El propio Romney, quien durante la campaña describió a Trump como un “estafador”, “una persona falsa” y “un fraude”, se ha entregado al equipo del presidente electo. Tras su segunda reunión con el presidente electo, en busca de ser el secretario de Estado, Romney dijo que sus conversaciones con Trump han sido “iluminantes” y que los nombramientos hechos hasta el momento le dan “una esperanza mayor de que es la persona que nos puede guiar hacia un mejor futuro”.