Puerto Rico y la ruta de Obama en el tema de inmigración
Tiene que haber una carta debajo de la la manga que no ha mostrado. Y es natural pensar en la estrategia seguida con el tema de la reforma de las leyes de inmigración
El presidente Barack Obama, después de haberle dado largas al asunto, presionó este cuatrienio a favor de una reforma abarcadora de las leyes de inmigración. Tan amplia que muchos sabían no iba a progresar.
Pero, cuando los republicanos dijeron que no, a pesar de haberse declarado continuamente sin poder para actuar administrativamente el presidente Obama estuvo listo para presentar decretos ejecutivos que ayudaron a aliviar las penurias de cientos de miles de personas que han vivido bajo el temor de la deportación o la separación familiar.
No fue una solución al problema, pero sí un alivio fundamental.
Con respecto a la crisis fiscal y de deuda pública de Puerto Rico hay muchas incongruencias.
La administración del presidente Obama acaba de proponer los principios de un plan para suavizar la crisis. El rechazo republicano era previsible.
Por medio de los pilares del plan de Obama se propone un supercapítulo 9, que permitiría a Puerto Rico refinanciar toda su deuda pública, aunque los republicanos ni siquiera han dado paso – azuzados por las firmas de inversiones y los fondos buitres -, a meramente incluir las empresas públicas y municipios en el código federal de bancarrotas.
Caminando sobre una capa fina de hielo, trajo a la mesa la idea de que el Congreso haga suyo el problema de la deuda y nombre una junta federal de supervisión fiscal, que le imponga al gobierno de Puerto Rico cómo manejar el proceso de la reestructuración de sus obligaciones.
Para sorpresa de muchos, ninguno de los siete senadores que acudieron a la audiencia del Comité de Energía y Recursos Naturales en que el Departamento del Tesoro presentó la hoja de ruta de la Casa Blanca, le dio un mordisco a la idea. Como si no la hubiesen escuchado.
El presidente Obama – por medio de los pilares acordados entre su Casa Blanca, el Tesoro y el Departamento de Salud-, también propuso encaminar a Puerto Rico hacia la paridad en Medicaid, un tema que difícilmente abrazarán los republicanos sin revisar la reforma federal de salud que tanto detestan. Antes de las elecciones, coinciden los expertos, es improbable que un Congreso republicano pueda revisar esa idea.
Las iniciativas para extender a Puerto Rico los créditos federales contributivos por ingresos devengados (eitc) y por niños dependientes (ctc, que tiene ahora una vigencia limitada en la Isla), son las menos controvertidas. Pero, no han levantado tampoco pasión alguna entre los republicanos.
En resumidas cuentas, las propuestas de Obama quedaron aparcadas en menos de 24 horas.
¿Queda solo esperar al impago y el caos pronosticado por la Casa Blanca y La Fortaleza?
No me parece que el Ejecutivo haya cerrado la puerta a acciones administrativas.
Después de los apasionadas exigencias en la audiencia que hicieron los senadores demócratas Bernie Sanders (Vermont) y Elizabeth Warren (Massachusetts) – no solo atacando a los fondos buitres por su negativa a que la Isla pueda reestructurar su deuda de forma ordenada, sino exigiéndole al gobierno del presidente Obama el mismo compromiso con Puerto Rico que tuvo con los grandes bancos y aseguradoras durante la crisis financiera de 2008-, el representante del Tesoro en la sesión, Antonio Weiss, dijo que el análisis del Ejecutivo no ha concluido.
“El Tesoro y la administración en general utilizarán todos sus esfuerzos y creatividad y todos sus recursos para resolver esta crisis financiera, como hemos hecho en pasadas crisis, y no dejaremos piedra sin virar”, contestó Weiss, cuando ya habían dejado la audiencia los senadores Sanders, precandidato presidencial, y Warren.
Una acción ejecutiva tan simple como permitir garantizar las notas de anticipación de ingresos y recaudos (Trans) puede darle un oxígeno temporal al gobierno, como ha sugerido el comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi. Aceptar las recomendaciones hechas inicialmente por la congresista Nydia Velázquez y retomadas por Sanders, permitiría sentar a la mesa al gobierno de Puerto Rico y los acreedores, para forzar un reajuste en las deudas fuera del tribunal.
Hay alternativas más significativas a largo plazo, como garantizar nuevas emisiones de deuda para reducir las tasas de interés de obligaciones actuales, lo que ha pedido por meses el gobierno de Alejandro García Padilla y propuso por legislación el comisionado Pierluisi.
Después de pronosticar una “crisis humanitaria” y aceptar que desde enero son conscientes de que se le acabó el dinero al gobierno de Puerto Rico, la respuesta final del presidente Obama no puede ser pasar su último año en la Casa Blanca esperando acción de los republicanos.
Los principios del plan Obama colocaron a los republicanos a la defensiva. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el juego político iba a ser parte del debate.
Una vez los republicanos han rechazado sus propuestas, el presidente Obama puede volver a tomar la ofensiva, haciendo uso de sus facultades ejecutivas. Y, claro, está volver a sacarle provecho al debate, en beneficio de los demócratas, de cara a las elecciones de noviembre de 2016.
Las comunidades puertorriqueñas en Estados Unidos, sobre todo en Florida, Ohio y Pensilvania, están escuchando.