¿Cuantas veces no hemos pospuesto algo una y otra vez y la excusa principal ha sido que no tenemos tiempo?. Claro, esa excusa puede ser válida hasta cierto punto, pero cuando la utilizamos una y otra vez sabiendo que la realidad es que no nos atrevemos a dar ese paso que nos llevará en definitiva a lograr lo que deseamos. Muchas veces el miedo nos detiene, nos frena, cuando debemos ser nosotros que lo frenemos a él y no dejar que pensamientos o frases negativas como: “no voy a poder”, “voy a fracasar“, invadan nuestra mente.
Traigo todo esto a colación porque he conocido personas que toda su vida han querido bailar una Salsa o un Merengue, pero nunca se han atrevido a tomar clases de baile por miedo; o si le queremos echar la culpa a algo pues se lo achacamos al “tiempo” que nunca encuentra para dar ese paso o tomar la decisión de aprender a bailar. He comprendido o mejor dicho, el tiempo al que a veces lo usamos o no a nuestro favor me ha hecho comprender que ésta vida es muy corta para tener miedo, este camino al que llamamos vida se va en un abrir y cerrar de ojos sin darte cuenta que diste muchos pasos pero muchos de ellos los diste sin dejar una huella en cada paso; quizás por el miedo o quizás porque ya vives en automático, caminas en automático y se nos olvida la razón o propósito de tu caminar. 
Al seguir escribiendo me percato que me desvié del tema. Los que siguen mi columna saben que siempre escribo acerca del mundo del baile y en esta ocasión pensaba escribir sobre cuando alguien tiene como asignatura pendiente aprender a bailar; pero me doy cuenta que todos tenemos asignaturas pendientes en nuestras vidas, ya sea en el baile, en lo personal o profesional. No sé si me desvié del tema por los acontecimientos mundiales que han ocurrido en estos días, pero lo que sí sé es que debemos vivir al máximo, tratar de completar nuestras asignaturas pendientes para cuando algún momento miremos nuestro camino andado digamos: ” coño, vencí al miedo, vencí a la duda, me duelen los pies pero las huellas que dejé valieron la pena”. 

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Hasta la próxima semana.

“Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no tiene miedo, sino el que conquista ese miedo”

Nelson Mandela