Doble Cara
Choca observar al liderato del Partido Popular cuestionar el establecimiento de la Junta de Control Fiscal por razones coloniales cuando son ellos precisamente quienes por 64 años han defendido y siguen defendiendo el estatus que permite que el Congreso tenga derechos plenarios sobre Puerto Rico.
¿Acaso existe diferencia entre los rasgos coloniales de la Junta y el poder que tiene el Presidente Obama, por el cual no tenemos derecho de votar, de enviar soldados boricuas a la guerra? ¿O existe alguna diferencia entre los aspectos coloniales de la Junta y las leyes Federales aprobadas por un Congreso en el cual no tenemos representación plena con derecho al voto? ¿Hay alguna diferencia entre los rasgos coloniales de la Junta y la decisiones que afectan a Puerto Rico emitidas por un tribunal de jueces nombrados por quienes no tenemos derecho a votar?
Definitivamente no hay diferencia. Nuestra realidad cotidiana, incluida la Junta, son síntomas del estatus colonial que tanto afecta a nuestra gente. No solamente tenemos un estatus injusto y denigrante, pero también tenemos un estatus que entorpece el desarrollo económico y crecimiento de la isla.
La realidad es que el mundo ha evolucionado, pero nosotros no. Nuestro estatus nos ha traído a la calle sin salida en la que nos encontramos actualmente. Si a los líderes del Partido Popular realmente les incomoda tanto los rasgos coloniales que representa la Junta, ¿por qué no abogan por un cambio de estatus definitivo no-territorial y no-colonial?
Según el Departamento de Justicia Federal durante las últimas cuatro administraciones, la ruta a seguir es clara-o nos convertimos en el Estados 51 de la Nación más poderosa y próspera del mundo, o nos independizamos- ya sea mediante libre asociación o independencia. La data y evidencia nos demuestra que la Estadidad es un paso natural y beneficioso para Puerto Rico. Pero es igual de respetable la preferencia de aquellos que luchan por la descolonización, pero optan por otra opción que resuelva el problema de estatus, o sea, a través de la independencia.
La historia nos demuestra que a ningún estado de la unión ni a ningún país independiente le han impuesto una Junta con rasgos marcadamente coloniales. A diferencia de la Junta de Puerto Rico: 1) las Juntas Fiscales impuestas en Detroit y en la ciudad de Nueva York fueron impuestas a ciudades y no a estados, y 2) ambas Juntas fueron impuestas por los líderes electos de sus respectivos estados. En el caso de la Junta de Washington, D.C., se trata de un distrito sin poderes políticos, muy parecido a Puerto Rico.
Por lo tanto, cada vez que un miembro del Partido Popular cuestiona la imposición de la Junta de Control Fiscal por aspectos coloniales, esa persona está actuando con esa doble cara- pues critica, pero a la vez apoya el estatus que permite la operación de la Junta en la isla.
Salgamos a votar el 8 noviembre por los hombres y mujeres que realmente están comprometidos con cambiar nuestro estatus colonial. Aprovechemos esta coyuntura histórica para no solamente reformar nuestro Gobierno a uno más eficiente y menos burocrático, pero también para resolver la raíz de nuestros problemas- el estatus. Por último, incluyo parte de la ponencia de Luis Muñoz Marín ante en el Congreso en el 1950. ¿Si esto no es colonia, entonces qué es?
“You know, of course, that if the people of Puerto Rico should go crazy, Congress can always get around and legislate again. But I am confident that the Puerto Ricans will not do that, and invite congressional legislation that would take back something that was given to the people of Puerto Rico as good United States citizens.”- Luis Muñoz Marin before the Committee on Public Lands, House of Representatives, on H.R. 7674 and S. 3336, 81st Congress