En la Unión está la Fuerza
Luego de una primaria ardua y bien competida, hay que felicitar a Pedro Pierluisi y a Ricardo Rosselló por llevar una campaña de altura e ideas. Ambos se merecen el respeto y aprecio de todos los estadistas, pues hicieron grandes sacrificios para aportar a un mejor Puerto Rico. Ahora bien, la primaria ya pasó. Atrás deben quedar los “Rossellistas” y “Pierluisistas”. Ahora volvemos a ser un sólo Partido, con un sólo norte-devolverle la esperanza a todos los puertorriqueños a través de la Igualdad y de un gobierno ágil, transparente y eficiente. Pero para poder así hacerlo, tenemos que ir unidos a las elecciones generales el 8 de noviembre.
El PPD está bien atrás y lo sabe. Si no fuera así ¿por qué creen que movieron las primarias a cinco meses antes de las elecciones generales? Pero no se quedaron ahí, el PPD también enmendó la ley electoral para prohibirle a los puertorriqueños aportar la cantidad máxima permitida por ley a la misma campaña política durante la primaria y la elección general. Por ejemplo, si usted aportó el máximo a la campaña de Ricardo Rosselló para la primaria, ahora para la elección general usted no va a poder aportar a esa campaña. Eso es inconstitucional y el PNP debería llevarlo a los tribunales. Por lo tanto, es evidente que el PPD está apostando a la división interna del PNP y a estrangular financieramente al Partido para poder tener alguna posibilidad de triunfo en noviembre. Pero los estadistas y los puertorriqueños sabemos más que eso.
La historia nos demuestra que cuando el PNP está unido, gana en grande (1976, 1992, 1996 y 2008). Por lo tanto es hora de dejar a un lado cualquier diferencia que pudimos haber tenido durante la primaria y unirnos como Partido. Repasemos la historia: el PNP se ha presentado a doce elecciones, de las cuales ha ganado seis y ha perdido seis. De las seis que hemos perdido, tres de ellas se debe a (1) división interna del PNP o (2) abstención en el electorado estadista. Por ejemplo, en las elecciones del 1984 el PNP perdió por 53,750 votos. El Partido Renovación Puertorriqueña, fundado por un grupo de estadistas molestos con CRB, sacó 69,807 votos. Por lo tanto, si el PNP no se hubiera dividido en el 1984, lo más probable es que hubiese ganado. Otros buenos ejemplos son las elecciones del 2004 y 2012. En ambas elecciones el PNP perdió por menos de 3,500 votos (2004) y 11,500 votos (2012) mientras que se estima que entre 20,000-60,000 PNPs no salieron a votar en ambas elecciones. Por tanto, si el 50% de los PNPs que se quedaron en su casa en las elecciones del 2004 y 2012 hubieran salido a votar, es muy probable que el PNP hubiera ganado ambas elecciones.
Aquellos hermanos y hermanas estadistas que todavía pueden tener dudas de ir a votar el 8 de noviembre por el PNP, deben hacerse las siguientes preguntas: ¿te encuentras mejor hoy que hace 4 años atrás? ¿Pagas menos impuestos hoy vs. hace 4 años atrás? ¿Te sientes hoy más esperanzado de que Puerto Rico va a echar pa’lante vs. hace 4 años atrás? Si la contestación a estas preguntas es No, no te quedes en tu casa el 8 de noviembre, sal a votar por el PNP porque en la unión está la fuerza. ¡Es nuestra obligación patriótica!