No seamos fatalistas ni apocalípticos
El problema es que somos fatalistas y apocalípticos. Y nos encanta morir en la víspera de nuestra muerte. “Que mucho dolor han causado los problemas que nunca han existido”.
No podemos vivir atados a las cadenas del miedo y la preocupación. Tenemos que romper con esos malos hábitos. No podemos ser esclavos de pensamientos catastróficos y angustiosos. Y en la medida que alimentamos esos miedos, peor será liberarnos de ellos.
Los malos hábitos tienen una fuerza de atracción enorme y para romper con ellos se necesita más fuerza y energía que la que necesita un cohete en el momento del despegue para luchar contra la fuerza de gravedad. Así de fuerte son esos malos hábitos y los malos pensamientos que alimentamos durante nuestra vida. No nos dejan avanzar, nos anclan, nos paralizan y poco a poco nos devoran nuestra fuerza de voluntad y ya no queremos seguir luchando y nos rendimos.
Tenemos que ser positivos y proactivos. Estar al tanto de los eventos y analizarlos, y evaluar todas las posibilidades y oportunidades que nos brindan.
Y crear un Plan de Trabajo que incluya los Objetivos que deseamos alcanzar, las Estrategias para lograr esos objetivos y las Acciones específicas para llevar a cabo esas estrategias. Además, establecer las Métricas para medir los resultados. Y volver a analizar y a evaluar los resultados de acuerdo a los Objetivos establecidos. Y cambiar y modificar de ser necesario. Y volver a medir y a analizar.
¿Cómo cambiar ese fatalismo?
- Expulsar los miedos y los temores.
- Sembrar en tu corazón semillas de fe y confianza en el Dios de la Vida.
- Entender la situación como una oportunidad.
- Sacar los malos pensamientos y sustituirlos por pensamientos de calidad.
- Tener una actitud positiva, alegre y entusiasta.
- Crear un Proyecto de Vida, un Plan de Trabajo.
- Hablar con tus hijos, ellos son parte de tu Proyecto de Vida.
- Ocuparte, no preocuparte.
- Visualizar dónde quieres estar.
- Crear empatía con los demás.
- Identificar las enseñanzas que estás recibiendo.
- Identificar el propósito de tu vida.
- Identificar lo importante en tu vida.
- Elegir ser feliz.
La vida es tiempo y el tiempo está lleno de oportunidades. No malgastemos nuestro tiempo y energías sufriendo y lamentándonos. ¡No desperdiciemos nuestra vida!
Este es mi hoy, mi aquí y mi ahora. Toda mi energía, mi atención y mi amor están puestos aquí.
Hoy, ahora y aquí soy feliz.