No es el final, no estás acabado.
Tengo cáncer, mi nombre es Oscar Hernández y vivo con cáncer.
Cáncer es una palabra que al escucharla suena a sentencia de muerte. Cáncer y Muerte, cada palabra consta de seis letras y cada una carga la agonía del final y el dolor del desahucio.
Al escucharlas te petrificas, sudas, palideces, pierdes el balance, enmudeces, pierdes el aliento y desfalleces.
Debo decirte que cuando escuché mi diagnóstico de cáncer me mareé, comencé a sudar y me desplomé. Fue un estremecimiento total, no podía hablar, se me cayó el mundo. Al cabo de unos minutos pude recuperarme del impacto y empecé a ordenar mis pensamientos.
Comienzan las preguntas y respuestas, los por qué, los propósitos y los objetivos, y en este ejercicio mental comienzas a expulsar los malos pensamientos de tu mente.
Y empiezas a transformar el miedo y el temor en confianza, en fe y en esperanza en el Dios de la Vida y en ti mismo.
Llegó a tu vida un nuevo proyecto, una nueva realidad. Y tienes que trabajarlo y enfrentarlo con positivismo, con entusiasmo, con alegría, con tenacidad, con firmeza y con amor. Tienes que prepararte para hacer lo que hay que hacer y hacerlo bien.
Lo primero es expulsar los miedos y aceptar la enfermedad.
Este es el comienzo de algo hermoso en tu vida. No es el final, no estás acabado, no tienes un defecto, no eres improductivo, no eres una carga.
Llena tu corazón de paz, que no exista el temor, tu eres hijo del Amor.
¡Se puede vivir con cáncer y ser feliz!
En los próximos Blogs seguiremos conversando de todas mis vivencias y experiencias de mi vida con cáncer, sin maquillaje y sin disfraces.