Recuerda
El Salmo 103 comienza diciendo:
1) ¡Bendice, alma mía, al Señor! ¡Bendiga todo mi ser su santo nombre!
2) ¡Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguna de sus bendiciones!
3) El Señor perdona todas tus maldades, y sana todas tus dolencias.
4) El Señor te rescata de la muerte, y te colma de favores y de su misericordia.
5) El Señor te sacia con los mejores alimentos para que renueves tus fuerzas, como el águila.
6) El Señor imparte justicia y defiende a todos los que sufren por la violencia.
Salmo 103.1-6 (RVC)
Este salmo se distingue porque el poeta bíblico se convoca a sí mismo, exhortándose a bendecir a Dios.
El salmista le habla a su propia alma. Si exploramos el significado del concepto hebreo que subyace al vocablo español, veremos que la palabra “nephesh” es mucho más que el “alma”. Se refiere al “yo”, es decir, a nuestro propio ser. Desde una perspectiva accesible a la comunidad puertorriqueña del Siglo XXI, es como el salmista se dijera: “Mismo, bendice al Señor”.
El segundo detalle que salta a la vista es que el salmista se exhorta a recordar las bondades divinas cuando dice: “y no olvides ninguna de sus bendiciones”. Este es un detalle extraño que debe llevarnos a preguntar qué motiva al salmista a convocarse a sí mismo de esta manera.
Les planteo la siguiente alternativa. Quizás el salmista se ve forzado a exhortarse a sí mismo a recordar porque en tiempos de crisis nos desorientamos con facilidad. Cuando centramos la vista en los problemas, no podemos recordar las muchas bendiciones que Dios nos ha dado.
Por eso el salmista se dice a sí mismo: “Recuerda…” En este sentido, recordar no es un mero ejercicio intelectual, sino que es una opción de vida.
- Recordar implica reconocer que nos hemos olvidado de Dios.
- Recordar implica renunciar a las maldades que nos han alejado de Dios.
- Recordar implica “volver en sí”, evocando quienes éramos antes de que se desatara la crisis.
Recuerda…se dijo a sí mismo el salmista. Recuerda…te dice Dios hoy. Si has perdido el camino o si te miras en el espejo y no te reconoces a ti mismo, recuerda…
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El Rev. Dr. Pablo A. Jiménez es el pastor de la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en el Barrio Espinosa de Dorado, PR. http://www.drpablojimenez.com y http://www.prediquemos.net