Los “hijos” de Roselló
Yo no viví en Puerto Rico del 1993 al 2000, aunque visitaba la Isla varias veces al año. Sin embargo, tengo un vivo recuerdo de la administración de Pedro Roselló.
La verdad es que nunca pensé que el Doctor pudiera ganar la elecciones generales del 1992, particularmente contra la hija de Muñoz Marín. Sin embargo, unos tres meses antes de las elecciones, yo estaba en una oficina médica esperando un procedimiento cuando pasaron un anuncio de Roselló por la televisión. Acto seguido, todas las mujeres que estaban en la oficina se “derritieron” haciendo comentarios positivos sobre el candidato, aunque todas sus expresiones giraban en torno a su físico, su juventud y su simpatía. Eso cambió mi percepción. Era evidente que Roselló iba a ganar con el apoyo del voto femenino.
Pedro Roselló surgió en una época de candidatos moldeados por los medios; de políticos que accedieron al poder por ser celebridades, no por sus propuestas políticas. No es coincidencia que gobernara a la misma vez que Bill Clinton en los Estados Unidos y Tony Blair en Gran Bretaña. Esa generación cambió la manera como se desarrollan y se ganan las campañas políticas. Ahora los candidatos y las candidatas logran más votos por su atractivo físico y por su simpatía personal que por su capacidad administrativa.
Hoy las personas que buscan alcanzar puestos electivos pueden ser “fabricadas” por los medios. Son forjados por compañías de publicidad y repiten los “talking points” políticos que les dan sus asesores y asesoras, aunque no los entiendan.
En el 2016, las mayor parte de los candidatos y de las candidatas a la gobernación se encuentran precisamente en esa misma línea: son “celebridades” que buscan ganar sobre la base de su imagen. En cierto modo, están en la línea de Roselló.
- El primero es, literalmente, hijo del ex-gobernador. Ricardo Roselló es una celebridad desde que su padre estaba en La Fortaleza.
- El segundo, Pedro Pierluisi, formó parte de la administración de Pedro Roselló, aunque después haya tomado cierta distancia de él.
- El tercero, David Bernier, no solo es una celebridad sino que está casado con otra celebridad. Para muestra, considere cómo anunció su candidatura a la gobernación, con una transmisión en vivo desde la casa de sus padres. Un evento mediático, producido de manera profesional, que tenía toda la intención de hacerlo ver como un sencillo hombre de pueblo.
- El cuarto, Manuel Cifres, se ha destacado recientemente por sus participaciones en los programas radiales de WKAQ, particularmente en el programa de Jay Fonseca.
- Y la quinta, Alexandra Lúgaro, también ha usado los medios de manera efectiva para avanzar sus aspiraciones políticas.
Se me quedan otras personas, pero para muestra un botón basta.
Si esta tendencia continúa, Puerto Rico corre el peligro de repetir el error de elegir como gobernador o como gobernadora a otra “celebridad”; a otra persona simpática y atractiva, que no tenga la capacidad para dirigir los destinos del país. Abramos los ojos, pues, para elegir a la gente más capacitada, no a quien tenga el mejor equipo de mercadeo.
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El Rev. Dr. Pablo A. Jiménez es el pastor de la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en el Barrio Espinosa de Dorado, PR. http://www.drpablojimenez.com.