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¿Wanda Vázquez mejorará las relaciones con Trump?

La gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, fue nombrada para el puesto de secretaria de Justicia por el exgobernador Ricardo “Ricky” Rosselló. Si bien es cierto que no participó del chat de Telegram, formó parte del gabinete y círculo de confianza de “Ricky”. Conviene preguntarse si le dará continuidad a la agenda de la administración “anterior”; también, cuál será la relación que tendrá con la Casa Blanca.

Vázquez no es conservadora, no presenta ideas ni toma decisiones que coincidan con el ala republicana y no tiene como aliados a aquellos que se identifican como “republicanos” en el Partido Nuevo Progresista (PNP). Aunque, en el PNP, ser republicano opera como una pantalla del tipo Republican In Name Only (RINO); en el fondo, no queda claro qué implica ser republicano en la política partidista de Puerto Rico. Pero, Vázquez no da ni la apariencia de ser RINO. No indica con cuál partido se identifica en Puerto Rico y EEUU; quiere mantenerse “neutral”, porque supuestamente busca consensos. Para ubicarla, hay que examinar sus posturas y decisiones.

Una de sus consideraciones se inclina al ala demócrata y progresista. Evalúa declarar un “estado de emergencia” por la violencia de género e incluir el currículo con perspectiva de género en las escuelas públicas. Estas propuestas surgen de grupos feministas y progresistas como la Colectiva Feminista. Parece que trata de complacer a organizaciones que se mantuvieron activas en las protestas frente a La Fortaleza. Es un modo de sacarse la presión de encima de manifestantes anti “Ricky” para que no protesten del mismo modo en contra de ella. Sin embargo, el compromiso que hace consiste en considerar las propuestas, no en implantarlas. “Ricky” solía utilizar esta táctica de estar bien con Dios y con el Diablo, de complacer a todo el mundo, que en la práctica es un no complacer a nadie.

En cuanto a temas de derecho constitucional, no queda claro cuál es su postura. No se expresa a favor de firmar una nueva “Ley de Armas” que flexibilice los requisitos para obtener una licencia de posesión y portación. Cuando fue procuradora de las Mujeres recomendó a las mujeres portar armas de fuego para protegerse. Si cambia de parecer, sería un indicio de que continúa con la agenda de “Ricky” sobre no firmar leyes que viabilicen el acceso a armas de fuego. Es necesario que se exprese de forma categórica para conocer cuál es su postura real, pero, por el momento, sus respuestas son ambiguas e imprecisas.

Tampoco goza de prestigio en materia de fiscalización gubernamental. Irónicamente, Vázquez enfrentó cargos por dos violaciones a la Ley de Ética Gubernamental y una al Código Penal, pero la jueza Yazdel Ramos Colón determinó no causa para arresto, por insuficiencia de pruebas. De todos modos, su imagen quedó lacerada. Para restablecerla, tendría que demostrar que está dispuesta a colaborar y a ser diligente para investigar la corrupción de la administración de “Ricky”. Ella formó parte de dicha administración, por eso surge la interrogante de si indultará a “Ricky” si se presenta el caso de que sea hallado culpable de un delito.

La falta de credibilidad del gobierno de Puerto Rico respecto al manejo eficiente y transparente de fondos federales afectó la recuperación pos huracán María. Para ganarse la confianza del gobierno federal y agilizar el desembolso de fondos de emergencia, Vázquez tendrá que demostrar que realiza cambios significativos en el orden administrativo. Deberá comunicarse de forma efectiva con la administración Trump, sin el estilo irrespetuoso que exhibió “Ricky”.

Es difícil saber a qué lado de la balanza se inclina Vázquez, pues se esfuerza por apagar lo que queda del fuego de las protestas anti “Ricky”. No quiere molestar a ninguno de los sectores. Se niega a indicar a cuál partido se afilia. Habla sobre consensos, negociaciones y posturas no partidistas. Dice que no tiene “aspiraciones políticas” y que puede tomar decisiones sin miedo a sufrir un costo electoral. Sin embargo, se expresa como un típico político de Puerto Rico, como “Ricky”, con vaguedad; le habla a las gradas y dice lo que cada bando quiere escuchar. Sin posturas claras y sin definirse dentro de un marco político y socieconómico, terminará improvisando y dando palos a ciegas, o defraudará a quienes, ingenuamente, piensan que se puede gobernar, efectivamente, tratando de complacerlos a todos.

Veremos cómo le va en su relación con el presidente de EEUU, Donald Trump. Para ganarse su confianza, no podrá jugar el mismo juego de decir una cosa con un lado de la boca y otra con el otro. Esto no se trata de ser y no ser, sino de ser o no ser. Ya vimos cuál fue el resultado con “Ricky” cuando intentó manipular a todos los bandos.

 

 

 

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