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Trump tiene razón sobre las irregularidades electorales

Los abogados de la campaña de Trump, Rudy Giuliani y Sidney Powell, indican que tienen evidencia sobre el fraude electoral cometido por la compañía Dominion Voting Systems que maneja las máquinas de conteo de votos en decenas de estados, incluso en los estados en disputa: Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Georgia, Arizona y Nevada. Afirman que Dominion subcontrató a Smartmatic, una compañía de manejo de datos electorales que fue contratada para las elecciones de Venezuela y de otros países en los que hubo denuncias de fraude electoral. Aseguran que pueden demostrar que al presidente Donald Trump le robaron cientos de miles de votos en estados claves para ganar la elección presidencial.

Una de las observaciones que hace Giuliani y Powell es el riesgo a la seguridad nacional y a la integridad del sistema electoral que representa el manejo de datos por parte de compañías foráneas. Es posible alterar resultados, intercambiar los votos de un candidato a otro, eliminar y añadir votos, entre otras acciones ilícitas.

Una forma de identificar las irregularidades e improbabilidades estadísticas es analizando los datos, mediante comparaciones y contrastes con elecciones anteriores. Richard Baris, un encuestador, estadístico y analista de datos que fue preciso con sus predicciones electorales en el 2016, 2018 y 2020, notó que Joe Biden solo superó los votos obtenidos por Hillary Clinton, en ciudades densamente pobladas y predominantemente demócratas, en cuatro ciudades claves: Milwaukee, Detroit, Filadelfia y Atlanta. Fueron estas ciudades las que presentaron anomalías estadísticas, al punto de reportar más votos que electores registrados, según observa Robert Barnes, un analista de datos electorales que colabora con Baris.

Steve Cortes, asesor en estrategia de la campaña de Trump, menciona cuatro improbabilidades estadísticas que indican dónde deben realizarse auditorías electorales. La primera es la participación electoral anómala solo en estados y ciudades en disputa, como Milwaukee, Wisconsin. Mientras en otros estados la participación ronda en un 50% a 60%, en Wisconsin fue de un 90% y en Milwaukee de un 84%. Ese es el porcentaje de participación de países en los que votar es obligatorio, como Australia.

Otra improbabilidad estadística es que Biden obtuvo más votos que Obama solo en condados de estados en disputa. Por ejemplo, en el Condado de Montgomery, Filadelfia, Obama obtuvo 233 mil votos en el 2012 y Biden 313 mil votos. Es importante resaltar que Obama fue un candidato presidencial que movilizó a muchos electores, mientras Biden ni siquiera se esforzó en hacer campaña.

Esta anomalía es una de las que levanta más sospechas; Biden obtuvo 95, 801 votos más que los candidatos demócratas al Senado federal en Georgia, mientras Trump solo obtuvo 818 votos más que los candidatos republicanos. Esto indica que probablemente los funcionarios electorales demócratas añadieron ilegalmente decenas de miles de votos a favor de Biden. Por esto, el presidente Trump tuiteó que de nada sirve un recuento de votos sin una auditoría en la que se revise la compatibilidad de las firmas de los electores.

La cuarta improbabilidad estadística es el porcentaje de rechazo de las papeletas de votación enviadas por correo regular. En Pensilvania, un estado disputado, el porcentaje es 0.03% de rechazo, mientras en New York es un 21%. Prácticamente, los funcionarios demócratas aceptaron casi todas las papeletas de votación sin verificar la compatibilidad de las firmas de los electores y sin permitir que los observadores de colegio republicanos pudieran evaluar el proceso. En este estado la Rama Ejecutiva violó la Constitución y cambió los procedimientos electorales a último momento. Se recibieron papeletas de votación después de la fecha límite y se obstaculizó la labor de los observadores de colegio.

El esfuerzo de los demócratas por obstaculizar que los procesos electorales sean transparentes los delata:

  •  Se oponen a exigir un ID electoral
  •  Se oponen a depurar las listas de electores
  •  Quieren que voten las personas sin   ciudadanía americana
  • No permiten acceso a observadores de colegio republicanos
  • Se oponen a la verificación de las firmas de los electores
  • No quieren que se hagan denuncias de fraude electoral, aunque haya evidencia
  • Enviaron millones de papeletas de votación sin que fueran solicitadas
  • Se oponen a que se realice una auditoría electoral
  • Paralizaron el conteo de votos en los estados que Trump estaba ganando con una ventaja significativa
  • Tardaron semanas en contar los votos e interrumpieron el conteo con frecuencia
  • No quieren que se identifiquen y separen los votos emitidos de forma ilegal de los emitidos legalmente
  • Bloquearon las ventanas de un colegio electoral en el Condado de Wayne, Michigan, para que no se observara el proceso de conteo de votos
  • Quieren que se acepten papeletas entregadas después del día de la elección
  • Favorecen recolectar papeletas, aunque se preste para compra de votos y extorsión
  • Declaran ganador a un candidato antes de terminar el conteo de votos en elecciones cerradas
  • Tardaron más de una semana en declarar las victorias de Trump en Alaska y Carolina del Norte, aunque la ventaja fuera amplia
  • Los directores de noticias y reporteros demócratas no cubren las conferencias de prensa del presidente de EE. UU.
  • Demandan en los tribunales de Pensilvania para impedir que haya observadores de colegio en el área de conteo de votos
  • Desobedecen la orden de un tribunal de Pensilvania sobre permitir acceso a los observadores de colegio republicanos
  • Violan las constituciones de los estados y las leyes electorales
  • No quieren que se investiguen las irregularidades de las máquinas y programas de conteo y tabulación de votos
  • Realizan encuestas de opinión con muestras manipuladas e infladas a favor de los demócratas
  • Publican notas de prensa con información falsa
  • Ignoran la evidencia presentada sobre fraude electoral
  • Presentan discursos contradictorios
  • No reconocen ni aceptan las improbabilidades estadísticas
  • Usan al Covid-19 como excusa para impedir acceso a los observadores de colegio y para prohibir manifestaciones a favor de que se audite la elección
  • Niegan los hechos y usan tácticas de propaganda
  • Promueven en Georgia que electores de otros estados participen de la elección de los senadores federales
  • No garantizan que se cuente cada voto emitido a favor de Trump

Trump hace lo correcto en no conceder la elección y en defender la integridad del proceso electoral. Como indica Dinesh D’Souza, quien se dedica a la investigación histórica, a la producción de documentales y al análisis político, este es un problema de derechos civiles. El presidente Trump acierta al afirmar que se deben contar solo los votos legales, no como quiere Biden, que se cuenten todos los votos. Los recuentos sin auditorías son fútiles, pues se cuentan las papeletas votadas de forma ilegal.

Es de esperar que el Tribunal Supremo federal tenga la última o penúltima palabra. Hay otra posibilidad, si los legisladores estatales republicanos, que son mayoría en los estados en disputa, deciden seleccionar a electores republicanos del Colegio Electoral, en caso de que no se resuelvan las controversias en los tribunales antes de la fecha límite del 8 de diciembre, Trump puede ser reelecto. Hay otros escenarios posibles en el Congreso, pero eso es tema para otro escrito.

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