Los enemigos del presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, recurren a todo tipo de ataques y acusaciones para degradarlo. Lo tildan de racista, xenófobo, fascista, corrupto, traidor, sexista y de cuanto insulto se les ocurre. Una y otra vez se les cae el discurso de demonización, ante los hechos.

Su gabinete está compuesto, en gran medida, por mujeres exitosas que contrarrestan el discurso sobre el “Trump sexista”.

Desde antes de ganar la presidencia contrató a Kellyanne Conway, como directora de campaña y luego la escogió para consejera del presidente. Es la primera directora de campaña que gana una elección presidencial. Lo hizo contra viento y marea, en un momento en el cual Trump no era el favorito de los medios de prensa ni de los encuestadores.

Hillary Clinton no logra ser la primer mujer que gana la presidencia de EEUU. Los demócratas recurrieron a la política de la identidad, explotaron el discurso de género, pero la ironía les dio en la cara con el logro de Conway.

En un debate presidencial Clinton reconoció que el mayor atributo de Trump son sus hijos. Fue una pregunta final sobre una cualidad digna de admirar del contrincante. La hija mayor, Ivanka Trump, es la asistente especial del presidente. Los medios de prensa liberal la atacaron desde el primer momento que se involucró en los asuntos de la Casa Blanca. Omitieron el momento en que Clinton reconoció que Trump ha desarrollado una familia digna de admirar. Ivanka colabora sin salario; ha participado en reuniones con jefes de estado en eventos internacionales.

La Primera Dama, Melania Trump, es políglota. La atacan en los medios por su pronunciación del inglés, pero en eventos internacionales se comunica en diferentes idiomas. En una visita a una escuela en Francia, se comunicó en francés con los niños y maestros. También, en una reunión del G20, se sentó junto al presidente de Rusia, Vladimir Putin, con el cual se comunicó en alemán. Es una empresaria exitosa, igual que su esposo.

Sin embargo, la demonizan por su belleza y la tratan con doble vara, por ser esposa de Trump. El diario británico Daily Mail transó una demanda, pagó y pidió disculpas a Melania por afirmar falsamente que fue una dama de compañía (prostituta). Irónicamente, los liberales se muestran sexistas cuando se trata de la familia de Trump.

Otra mujer destacada de la administración Trump es la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders. Es la segunda persona que ocupa el puesto durante el cuatrienio. La reconocen por su habilidad para responder preguntas sin titubear ni dejarse intimidar. Mantiene control de la sala de prensa, no cae en las trampas ni juegos retóricos de los reporteros y mantiene la tradición de ser cordial, lúdico y serio a la vez.

Una de las mujeres que más se ha destacado en el primer año de la presente Administración es Nikki Haley, embajadora de EEUU ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Es firme en sus planteamientos y defiende la posición de Trump sobre reducir fondos a la ONU, por tomar decisiones que atentan contra la soberanía de EEUU. Logró que Rusia y China se sumaran a los estados del Consejo de Seguridad que sancionan a Corea del Norte. Defendió la decisión de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y de reubicar la embajada de EEUU que actualmente se encuentra en Tel Aviv.

El mensaje que lleva a la ONU es que EEUU no dejará que un organismo supranacional atente contra su soberanía. Sostiene el principio de EEUU primero. Representa efectivamente el enfoque de la administración Trump: EEUU no asignará fondos a sus enemigos ni a entidades que operen en contra de sus intereses. Se trata de una política de sentido común que Trump expuso en su conferencia ante la Asamblea General de la ONU; todo estado debe y tiene derecho a defender sus propios intereses. La ONU no se creó para atentar contra la soberanía de los estados.

Trump también tiene en su gabinete a Betsy DeVos, secretaria de educación, y a Elaine Chao, secretaria de transportación. Ha considerado a mujeres para otros puestos. No se sostiene afirmar que es sexista ni que mira a la mujer como inferior. Se vincula a mujeres exitosas que son la cara de su administración y que se mantienen lejos de controversias. Los ataques contra Ivanka y Melania son frívolos, pues no se cuestiona su desempeño y se basan en falsedades.

El punto no es que se deba contratar a mujeres solo por el hecho de ser mujer, para llenar cuotas de género, sino que compitan y sean seleccionadas por sus méritos. Si algo no se debe decir de Trump, es que se rodea de personas incompetentes. Es famoso por su expresión, cuando una persona no llena los zapatos para un puesto: “You’re fired!”.