El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, informó que tiene evidencia suficiente sobre que el Covid-19 (SARS-CoV-2) salió del Instituto de Virología de Wuhan, China. No indica que fue creado en el laboratorio, sino que se experimentaba con murciélagos infectados con el virus. Pero, ese no es el problema mayor. La negligencia del régimen de China consistió en ocultar información que pudo evitar la pandemia.

Surgen interrogantes como, por qué China prohibió los viajes entre Wuhan y otras ciudades del País, pero permitió los viajes hacia otros países, y por qué no reportó a tiempo que el Covid-19 se propaga de humano a humano y de forma exponencial. Esto pone a China en la posición de rendir cuentas por los daños causados. EEUU pudiera pasarle factura con la reducción del pago de la deuda exterior.

Despachar el asunto con la afirmación de que el reporte de Pompeo se basa en una teoría de conspiración o en una agenda oculta de la administración Trump no se sostiene. Es un hecho que China tardó más de un mes en compartir información sobre el comportamiento real del virus. Desde mediados de noviembre de 2019 hasta principios de enero de 2020 no fluyó la información ni hubo plena colaboración por parte de las autoridades chinas.

Si el Covid-19 fue creado en un laboratorio, si no fue creado pero salió de uno o si fue propagado por la interacción humana con un murciélago o un pangolín en un mercado mojado (al aire libre) de Wuhan, el hecho importante es que surgió en China y que hubo omisión de información por parte del régimen chino. Otro hecho es que el Partido Comunista de China no colabora y le niega acceso a los científicos del mundo a que investiguen el origen de la pandemia.

No es la primera vez en décadas recientes que un virus que se contagia de animal a humano (virus zoonótico) surge en China. La gripe aviar (H5N1) es un ejemplo. Sin embargo, no es lo mismo un accidente o un problema de higiene en la interacción con animales que el omitir información que pueda ayudar a prevenir una pandemia. El régimen chino debió colaborar desde el principio.

Este es un problema con las tiranías herméticas. El Partido Comunista de China amenaza la seguridad mundial con su postura de no permitir investigaciones forenses ni compartir estadísticas e información confiable. China es un país sin libertad de expresión y de prensa, en el que se reprime a cualquier ciudadano que divulgue hechos que el régimen chino considere una amenaza para sus intereses. No hay contrapesos ni viabilidad de rendición de cuentas.

El presidente de EEUU, Donald Trump, está dispuesto a dar seguimiento al caso y a hacer responsable a China por las pérdidas billonarias. Los republicanos en el Senado federal también proponen investigar y responsabilizar al régimen chino. El obstáculo es el Partido Demócrata y la prensa ideológica de EEUU.

Los demócratas tienen problemas internos; hay una lucha por el dominio ideológico. El centro del Partido cede ante la presión de la minoría significativa de los socialistas “democráticos”. Mientras, la mayoría de los medios de prensa nacionales se enfocan en derrotar a Trump, como sea, incluso si tienen que sacrificar los hechos y la verdad, o, peor, a la Nación.