Estados Unidos y Cuba están haciendo todos los esfuerzos por acercar sus relaciones en términos políticos y económicos, pero hay quien no entiende de lo que se trata toda esta movida, que es impulsada por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.

Esta semana ha sido una prueba de ello.

He leído con ciertos niveles de consternación cómo los republicanos más extremistas siguen con sus posturas de la guerra fría y tratan de impulsar medidas que endurecen el bloqueo o embargo que Estados Unidos mantiene sobre Cuba desde los años sesenta.

Un ejemplo de ello fueron las disposiciones incluidas en el proyecto de presupuesto estadounidense para poder revertir varias decisiones ejecutivas autorizadas por el presidente Obama, como los viajes educativos “persona a persona”, además de sacar de la medida importantes avances, como la autorización de viajes turísticos a la isla.

A eso se suma que otros tres congresistas de la extrema derecha republicana han comenzado a poner escollos a la posibilidad de que vuelos comerciales sean reanudados hacia Cuba a finales de año, como ya está pautado. Ellos alegan preocupaciones de “seguridad” con un país que es “hostil” a Estados Unidos.

¿Hostil? En Cuba no ha muerto un solo americano en toda la guerra fría, como ningún soldado cubano ha soltado un tiro en suelo estadounidense. En Vietnam murieron miles de soldados estadounidenses y hoy Estados Unidos tiene excelentes relaciones con ese país, que sigue siendo socialista. ¿Por qué el trato distinto hacia Cuba?

Me parece que esta campaña sinsentido tiene una raíz que la ignorancia que permea en Estados Unidos sobre el tema cubano. El presidente Obama está tratando de disipar ese escenario, para que el pueblo estadounidense entienda que, al final, la decisión de qué ocurrirá en Cuba corresponde estrictamente a sus nacionales y a nadie más.

Mientras, sin embargo, esa ignorancia sobre el tema cubano es muy atrevida. Muestra de ella es el administrador de la TSA, Peter Neffenger, quien dijo al USA Today que “antes de que permitamos un vuelo que venga directamente de Cuba, nos aseguraremos de lo que hacen, y de hecho, que cumpla con todos los requisitos que exigimos en el último punto de partida”.

“What‼‼‼‼!”.

Parece increíble que este señor no se haya enterado de que a Cuba están viajando aviones de American Airlines, Jet Blue y compañías charters estadounidenses ¡desde hace años! Que dichas aerolíneas cuentan con personal de apoyo en tierra para garantizar las operaciones de apoyo del avión, así como la seguridad.

Este tiempo por acá me ha permitido comenzar a hacer un balance más justo de cómo el tema entre Cuba y Estados Unidos debe ser abordado. Todo comienza por dejar atrás los prejuicios, el sinsentido y las viejas formas de pensamiento.

Aquí hay dos pueblos que quieren vivir en paz y los políticos deben comenzar por quitarse del medio, para darle a la gente una oportunidad de crear un vínculo de amistad entre dos países que nunca debieron ser enemigos.