Zuania Calichi Cabrera Warren
Querida Zuania:
Nos debemos la conversación que comenzó cuando te pregunté si te gustaba una pieza en particular de un popurrí de música navideña que la Orquesta Sinfónica interpretó en la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes de Santurce. Como siempre, Roselin Pabón dirigía con pasión, y los músicos obedecían al pie del pentagrama.
Tú no los mirabas. Los veías con tus oídos.
Tu cabeza –desobediente- permanecía volteada hacia mí. Tan pronto te dirigí la pregunta, bien de cerquita para no importunar a nadie, abriste tus ventanas y me clavaste la mirada que todavía atesoro.
Busqué con el rabo del ojo repetir la sublime interacción que me había dado una gran lección de Vida, pero no se dio la oportunidad. Tampoco la forcé.
Meses después, tu mamá me confesó que amabas la música y que siempre reaccionabas ante su seducción.
La parálisis cerebral es una condición que engaña. Podría jurar que entendías todo lo que estaba pasando a tu alrededor. Apuesto que disfrutabas la música. Estoy segura que sentiste y conociste el amor incondicional que se te prodigó sin límites.
“Tierra firme y fuente de la montaña” significan tus nombres en el lenguaje de nuestros ancestros. Y así, firme como la tierra tosca; firme como tus padres, Carmen y Jorge, nunca te rendiste ante condiciones dramáticamente incapacitantes como la espasticidad de tus cuatro extremidades y las convulsiones severas.
Sin hablar, sin caminar, sin poder expresar tus necesidades, tus deseos, cumpliste con la primera fase de tu paso por estos senderos terrenales llenos de rosas y espinas. Lograste hacer transformaciones en la sociedad para crear consciencia de la urgencia por la justicia y equidad para las personas con impedimentos en Puerto Rico.
Zuania querida: esta es la primera vez que le escribo una carta a alguien fuera de este plano, y no sé cómo despedirme, así que te suelto para que vueles alto.
Por acá, extrañándote, te garantizo que no dejaremos sola a Carmen porque la lucha por y para las personas con impedimentos continúa.
Cc: Jorge Cabrera y Carmen Warren