A Mis Queridos Alcaldes
Honorables Alcaldes:
Mi amigo Ángel Antonio Pérez-Serás y yo los invitamos amablemente a que nos inviten (con la misma, o mejor amabilidad) a recorrer las calles principales de sus respectivos municipios.
No les pedimos mucho. Ustedes conocen las calles de sus pueblos, así que no necesitarán un GPS, ni ocupar a los empleados de la Oficina de Turismo Municipal. De hecho, esta expedición no contempla visitar las zonas históricas, ni subir escalinatas. Sería un absurdo. Tampoco aspira realizar un recorrido largo. Para que el dia produzca buenos resultados, vamos a empezar tempranito y terminar a media tarde.
Únicamente los convidamos a que nos conviden a recorrer por las aceras de las zonas donde abunden oficinas médicas, centros de salud, centros de rehabilitación física, laboratorios, hospitales… ¡y égidas!
Una de dos condiciones: que nos acompañen sentaditos en sillas de ruedas manuales. Si no tienen la condición física que se requiere (algunos de ustedes tienen pinta de fofos), pueden hacer el recorrido en sillas de ruedas motorizadas, scooters u otros “vehículos de asistencia personal” de los que usamos las personas con impedimentos físicos que afectan la movilidad de las piernas.
La segunda condición: los tiene que acompañar un familiar cercano, que en sus casos –Dios no lo quiera- debe ser equivalente a la persona que nos ayuda diariamente y se faja para que no perdamos el balance en las aceras, o en rampas demasiado estrechas, o con una inclinación inadecuada.
¿Y qué me dicen de las aceras que no conectan con otras después que cruzas la calle? Queremos visitarlas también.
En fin, Señores Alcaldes, los invitamos a que nos inviten a transitar por las aceras de los sectores usamos con mayor frecuencia, bajo las mismas circunstancias que nos ponen a riesgo de perder la Vida en las calles de sus municipios.
Casi olvidábamos decirles que para hacer la expedición tienen que salir desde sus hogares en automóviles “normales”. Nada de escoltas, choferes, ni de estar llamando a la Policía Municipal para que nos abran paso, o nos separen estacionamientos azules”.
Hablando de “municipios”, aprovechamos para sugerirles que no nos importa si las aceras son responsabilidad del gobierno estatal o el municipal.
¿Se atreven a acompañarnos? ¿Quién dice “yo”? Esperamos su respuesta lo antes posible.
Respetuosamente,
Carmen Millán y Ángel Antonio Pérez-Serás.
**Toño insiste en incluir el siguiente párrafo: “No. No somos unos ‘acomplejados’. Sólo queremos que sepan y sientan lo ‘complejas’ que son nuestras Vidas ante las barreras las arquitectónicas. Ustedes las reconocen cuando son candidatos a puestos electivos, y las olvidan cuando ganan las elecciones.
“Tampoco ignoren esta carta, que les llega a la mano con acuse de recibo.”