Resentimientos
Llevo más de cincuenta años involucrado, de alguna manera, en la política de Puerto Rico y nunca había visto protestas más intensas y generalizadas que las manifestaciones de repudio al gobierno de los Estados Unidos. Un gobierno que, por alguna razón, en el último cuatrienio del presidente Barack Obama ha maltratado a nuestro Pueblo desde asumir altos niveles de indiferencia hacia nuestros problemas económicos hasta incurrir en los mayores abusos de su autoridad imperial en contra de nuestra patria colonizada.
Por eso, cuando se habla de Obama y su legado, primero considero lo mezquino e injusto que fue con Puerto Rico, culminando su maltrato y abuso de poder firmando La Ley de Promesa, una que tiene como consecuencia el desmantelamiento de un gobierno electo por nuestro Pueblo en elecciones que, aunque coloniales, guardaban una cintila de libertad.
Pienso también en su trato cruel con Oscar López Rivera a quien le negó la libertad por años en un descarnado ejemplo de insensibilidad y falta de compasión. Obama siempre fue y es un enemigo probado de Puerto Rico. Prohibido olvidar eso.
Todo esto hay que pensarlo, discutirlo y analizarlo antes de enjuiciar la resistencia de los universitarios y el obvio resentimiento de millones de puertorriqueños que hoy demuestran un repudio violento al maltrato sufrido a manos del imperio norteamericano. Ellos y ahora la Junta Imperial, quieren hacernos ver que somos vagos, corruptos e irresponsables desligándose por completo de cualquier responsabilidad por esa maldita DEUDA a unos bonistas y especuladores de Wall Street con quienes hay que cumplir, aunque sea a costa de hundir en la miseria a tres millones de puertorriqueños a quienes ellos le han conculcado el derecho a auto determinarse con 115 años de coloniaje.
Y pensar que hay cientos de miles de boricuas dispuestos a unirse, o sea a ser parte, de ese imperio que criminalmente nos ha maltratado. Alejandro García Padilla desperdició una gran oportunidad de enfrentarse a ese imperio poniéndole de frente la DIGNIDAD de todo un Pueblo. Y optó, como buen popular, por someterse totalmente al abuso de la autoridad imperial. Por eso fracasó como fracasarían todos los líderes políticos que descarten la alternativa decente y única de exigir nuestra Independencia.
Abona a nuestros argumentos el hecho de que en Estados Unidos manda un presidente que representa el máximo de los prejuicios en contra de las minorías incluyendo muy marcadamente a los latinos. Y eso es exactamente lo que somos nosotros: latinos. Y con Donald Trump esa cuartilla de ciudadanía americana que algunos atesoran DE NADA LES VALE.
Y no duden que la sociedad norteamericana vive una CRISIS con mayúsculas; nosotros también y por eso la libertad es nuestra única alternativa de salvación. Piénsenlo.