No puede haber mayor peligro para Puerto Rico que las cenizas tóxicas que amenazan la salud de la gente en Peñuelas y áreas aledañas. No puede haber mayor justificación para que la resistencia a esa determinación, no importa la jerarquía del tribunal que la imponga, llegue al extremo de rechazarla por todos los medios imaginables incluyendo el de la violencia. 

El peligro a la salud y a la vida misma de estos puertorriqueños y a tantos otros se acrecenta ante la posibilidad de que un huracán como IRMA nos azote con sus vientos de un ciento de millas por horas  y riegue ese cenizal venenoso por toda la isla.

Por exactamente eso los peñolanos van a resistir hasta las últimas consecuencias. Como habría dicho uno de los protestantes más vocales: “Nos van a tener que matar”.

Con la salud de todo un Pueblo no se juega a la ruleta rusa. No hay margen de ganancias materiales que justifican especulaciones sobre la gravedad del peligro que representa un NEGOCIO  como éste para Puerto Rico.

Ese no es el caso de la reducción de la jornada laboral, medida que trata de imponer la Junta de Control Fiscal con miras a ir buscando la manera de que nuestro gobierno pueda amortizar significativamente la deuda con los bonistas. El Gobernador interviene rechazando el plan de la Junta. Si en algo debe intervenir Rosselló es en el asunto de las CENIZAS.

Puede que no haya defensa ‘legal’ para desafiar la autoridad imperial de la Junta que no sea cuestionar una ‘legalidad’ basada en el derecho de la fuerza y no en la fuerza del derecho. ¿Dónde queda parada la DEMOCRACIA  de los Estados Unidos? ¿Cómo pueden predicar por todo el mundo lo que no practican en el territorio de Puerto Rico? Porque todavía no hay certeza en cuanto a ¿Quiénes son los deudores? ¿Cuánto de esos 7.1 billones de dólares son responsabilidad del imperio que por 118 años ha explotado económicamente a su colonia en el Caribe? 

La resistencia prendió como llama revolucionaria en nuestras universidades y desde entonces, el antagonismo que la ley PROMESA no encontró en el gobierno de Puerto Rico incluyendo sus cámaras legislativas, la enfrentó en valientes universitarios puertorriqueños que el primero de mayo hicieron de la calle tribuna y trinchera para combatir la injusticia y el crimen del COLONIALISMO.

La resistencia a las CENIZAS es insobornable y por ende interminable. El gobernador Rosselló debe ejercer todo el poder que le pueda quedar para evitar que en Peñuelas ocurra una tragedia que pudiera magnificarse si IRMA nos visita y esparce la venenosidad de esas cenizas por todo nuestro archipiélago.