The quality of mercy is not strained;

It droppeth as the gentle rain from heaven

Upon the place beneath. It is twice blest;

it blesseth him that gives and him that takes:

Versos de la jueza Portia sentenciando al judío Shylock en el drama de William Shakespeare, “El Mercader de Venecia”. Pensamiento que viene muy a propósito del indulto a Oscar López Rivera que se le pide al presidente estadounidense Barack Obama.

Firmé la petición de indulto para Oscar López Rivera. Lo hice confiando que puede quedar sensibilidad y compasión en la conciencia de Barack Obama. El 20 de enero del 2017 es la hora cero para Oscar porque ese día Donald Trump juramenta como presidente de los Estados Unidos, y ya Obama nada tendría que ver en la liberación del patriota puertorriqueño cuyo único delito fue el luchar por la libertad de su patria. La liberación del pepiniano dependería del nuevo incumbente.

Faltan 26 días para una fecha que tanto significa para Puerto Rico, pero que además tiene al mundo amenazado por el personaje más controversial y peligroso que jamás haya ocupado la presidencia de los Estados Unidos de América.

No hay un solo analista político en los medios de comunicación que no centre su pensamiento y opiniones en Donald Trump, tratando de anticipar lo que pueda hacer o no hacer este fenómeno de la política al mando de día a día de la nación más rica y poderosa del Planeta.

Y la agenda está sobre la mesa. Para Mr. Trump se trata de la deportación de millones de migrantes indocumentados y la construcción de una muralla en la frontera con México. Incluye el desmantelamiento de Obamacare y altos impuestos a empresas que se lleven sus negocios fuera de los Estados Unidos. Además, propone la cancelación del tratado con Irán y la liquidación del tratado de NAFTA. No es poca cosa lo que se anuncia, y siga usted por ese camino siempre yendo a la derecha.

Cada día que pasa, Donald Trump dice y hace cosas que ponen en entredicho su capacidad para cumplir con las exigencias del puesto al que acaba de ser elegido. Y las reacciones no se hacen esperar, como han sido las que critican los nombramientos de su gabinete, una camada de millonarios cuyo capital suma cifras mayores que los presupuestos combinados de unas 50 naciones del tercer mundo.

Algo tenemos que hacer para lograr la liberación de Oscar antes de la hora cero. Y no son pocos los que, aún en los Estados Unidos y en el propio Partido Republicano abrigan la esperanza de que surja una alternativa que evite la juramentación presidencial de Donald Trump el 20 de enero de 2017.