El juez Juan Torruellas que trabaja en la corte del primer circuito de apelaciones de Boston aprovechó la ocasión de un discurso ante la matrícula del John Jay College of Criminal Justice para acusar a los Estados Unidos de tener y mantener a Puerto Rico como una colonia desde que formalizó la relación con la Ley Foraker en el 1900 hasta el presente cuando el Congreso Federal se propone legislar la creación de una Junta de Control Fiscal para ejercer un control más absoluto sobre el derecho de los puertorriqueños de autodeterminarse.

El discurso es demoledor para el prestigio de los Estados Unidos como paladín de la democracia, papel que bien dice el juez Torruellas proyecta al mundo como predicador pero que, al no practicar lo que predica, viola su mensaje. Y el mejor ejemplo es su trato con el territorio de Puerto Rico. Todo esto a pesar de una Constitución y un Estado Libre Asociado que fuera avalado engañosamente como no colonial por las Naciones Unidas en el 1953. En fin, Torruellas califica el ELA como un “monumental hoax”; o sea un fraude.

Torruellas alude a la historia comenzando con la promesa de Nelson Miles de brindarle a los invadidos una mejor civilización. Poco duró esa esperanza porque ya en el 1900, Estados Unidos establecieron, con la Ley Foraker, un régimen colonial que culminó en 43 años de explotación convirtiendo a nuestra Isla en una nación cañera siendo la mayoría de los dueños de las centrales azucareras corporaciones en los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Maryland. Así nuestra patria, de la pobreza bajo España pasó a la miseria bajo la hegemonía anglosajona.

Estados Unidos nos hicieron ciudadanos ‘americanos’ de segunda clase para desnacionalizarnos y así condenarnos a la inferioridad jurídico-política hasta el día de hoy. Perfeccionar esa ciudadanía extranjera le requiere al boricua expatriarse y residir en uno de los estados de la Unión Federal. Entenderán que no es poco el sacrificio. El saldo es que el puertorriqueño no puede ser ciudadano de su nacionalidad y así culminar un proceso de auto determinación y ser libre.

Torruellas no rehúye un juicio final sobre nuestra crisis fiscal y desde su cátedra jurídica sentencia que el COLONIAJE es la causa principal de la crisis económica que sufre

Puerto Rico y abunda en cantidad de casos que sustentan su opinión incluyendo el testimonio acusador del Attorney General de los Estados Unidos cuando determina categóricamente que ni la Ley 600 ni la Constitución y su ELA mermaron en un ápice el poder absoluto del Congreso sobre los territorios según lo dispone la cláusula territorial del US Constitution.

El juez Torruellas no dijo nada que no hayamos expresado los independentistas en este país; pero esas acusaciones en boca de un juez federal con el prestigio de Juan Torruellas tienen que convencer, primero a todos los puertorriqueños, segundo a todos los ‘americanos’ y tercero a las Naciones Unidas de que, con Puerto Rico, los Estados Unidos cometieron el crimen del coloniaje por lo que vienen obligados a responder económica y políticamente.

Nada más con el testigo.