No habrá paz con Trump
- Dos jóvenes profesionales boricuas, amigas y residentes en Atlanta, conversaban en una cafetería cuando una señora de mediana edad interrumpe el diálogo de mala manera con un: “We don’t speak spanish here. In America we speak english and if you don’t like it go back to your country”.
- Un soldado negro se apresta a echarle gasolina a su carro y el dueño de la estación le dice que para él no hay gasolina.
- Un empleado de un restaurant se niega a servirle comida a un soldado negro en uniforme por puro prejuicio racial.
¿Incidentes aislados?
Yo diría que es algo que podría repetirse por todos los Estados Unidos con consecuencias que altere la paz de muchas comunidades. El fenómeno de Donald Trump se hará sentir en una sociedad que ha sido inducida a discriminar en contra del extranjero; del migrante y de cualquiera que pueda significar un reto cultural para el ‘americano’ blanco y anglosajón que, a instancias del ahora presidente Trump, sale a defender la supremacía de su raza; la blanca, la única que fundara la nación más rica y poderosa del planeta.
No son de poca monta los peligros que promete la presidencia de un hombre cuyo discurso siempre raya en el insulto y la provocación sin respeto a la persona y sus derechos así como incumpliendo reglas y reglamentos que rigen los procesos democráticos. Pero nada peor que sus prejuicios raciales.
¿La lucha de clases?
Algo peor ha enfermado a la sociedad americana’ a la cual tantos puertorriqueños consideran ‘mejor’ que la nuestra. Se trata de algo mucho más serio e hiriente que las desigualdades económicas. Se trata de la naturaleza misma de los seres humanos: el color de la piel, el idioma en que se comunican, sus ideas y creencias religiosas. En fin nada de lo que hacen sino LO QUE SON.
Esa es la enormidad del témpano que amenaza la nave de la civilización y del cual TRUMP es solo la punta de la catastrofe. Esa actitud prepotente siempre ha estado latente en el imperio anglosajón que la mayoría de los puertorriqueños hemos aceptado, por el esplendor de su riqueza y poderío militar, como modelo de Gran Sociedad. Se necesitaba que un desquiciado como Trump pusiera en evidencia la torcida fibra moral que une y sostiene a la riqueza que representa Wall Street y a un complejo militar industrial que ahora mismo bajo el liderato de los Trump ,Bannon, Giuliani, la Palin y siga por ahí amenaza al Mundo.
Algo que ni trillones de dólares puedan solventar…