Tan pronto me instale en La Fortaleza procuro convocar las cámaras legislativas para aprobar una resolución conjunta en la que exigimos del Congreso de los Estados Unidos se le reconozca a la isla – nación de Puerto Rico su soberanía, y de esa forma asegurarnos que nuestra patria queda excluida por completo de la cláusula territorial del US Constitution.

Copia de este documento se le haría llegar a las Naciones Unidas de quienes, además exigimos su intervención para que los Estados Unidos cumpla con nuestra petición so pena de ser sancionado por negarle a los puertorriqueños su derecho a la libertad, la misma que le fue conculcada desde el 1898 cuando invadieron la isla y procedieron a someternos a 117 años de coloniaje.

Ante la descarada admisión del gobierno de Barack Obama de haber sometido a Puerto Rico a la indignidad del coloniaje, con la complicidad de unas Naciones Unidas que en 1953 validaron mentiras y así también el fraude del Estado Libre Asociado, nuestro pueblo rehúsa pagar la DEUDA de $7.3 billones alegando que la misma es consecuencia directa de nuestra falta de poderes dado el carácter INFERIOR de nuestro status territorial, al cual fuimos condenados por el Tratado de París de 1899.

No hay que ser independentista para INDIGNARSE ante el maltrato de un Imperio, el más rico y poderoso en la historia de la humanidad. Basta que seamos seres humanos que nos respetamos a nosotros mismos para repudiar el ser tratados como inferiores incapaces de gobernarnos y libremente determinar nuestro destino. No vamos a permitir que ahora nos impongan una Junta fiscalizadora de nuestra economía y gobierno subrayando así la premisa de que los puertorriqueños NO SERVIMOS que no sea para morir en las guerras de los Estados Unidos o maltratados por el yugo federal que nos asfixia con leyes como las de Cabotaje. Y ese crimen del colonialismo que se comete al amparo de una ciudadanía ‘americana’ de segunda clase también, convierte a nuestro Puerto Rico en una patria de SEGUNDA CLASE.

Mientras los bonistas y acreedores se preocupan por su dinero invertido para multiplicarlo, el Pueblo Puertorriqueño se preocupa por SOBREVIVIR lo que pronto habría de considerarse como una crisis HUMANITARIA.

QUE LE COBREN AL IMPERIO y que paguen los yankis por el crimen de haber invadido a Puerto Rico para adelantar sus intereses de estrategia militar y de paso conculcar nuestras libertades en abierta violación al más elemental de los derechos humanos. QUE PAGUEN porque la suma de todas las llamadas dádivas federales que hemos recibido jamás se acercan a compensar el habernos sometido a la humillación del coloniaje.

Queda planteado así ante el Mundo el caso de Puerto Rico, la colonia, más antigua del planeta tierra, Y que conste, no estamos PIDIENDO ayuda a ningún Congreso sino EXIGIENDO JUSTICIA.

SIN MIEDO.