¡Que se vayan!
En Puerto Rico llevamos meses soportando el desprecio de Estados Unidos que se manifiesta en sus tres ramas de poder, todas indiferentes a la crisis fiscal y política que nos arropa y amenaza a los puertorriqueños en la isla con sufrimientos de lesa humanidad.
Se trata de verdades que ofenden y que rayan en abusos de poder capaces de provocar la indignación de un Pueblo al que invadieron para someterlo al crimen del colonialismo. “¿Qué esperan los puertorriqueños que no se rebelan?”, diría Betances desde ultratumba. La espera nos desespera a todos que, en vez de tomar la iniciativa de un BASTA YA y reclamar nuestro derecho a la auto determinación (el verdadero) que no es otro que el ejercicio de nuestra soberanía como nación independiente. Pero nos acobardamos y nos sometemos a sus plazos ‘traicioneros’ zozobrando en la humillación.
POR MIEDO, PURO MIEDO
Miedo de no sentirnos capaces de hacernos un pueblo libre; miedo de creer en nuestra inteligencia y talento para gobernarnos y trabajar para forjar una patria que honre nuestra nacionalidad como lo hemos hecho en el deporte, las artes, la literatura y las ciencias. Somos una sociedad de hombre y mujeres trabajadores y muy bien preparados para forjarnos un mejor futuro.
No puede obviarse la idea de Rubén Berríos para unir a todos los puertorriqueños que compartimos esta Isla y exigirle a los ‘americanos’ QUE SE VAYAN y que nos dejen ser todo lo que podamos ser. Pero no sin antes exigirle también la indemnización económica que nos deben por 117 años de coloniaje.
Porque pretender los Estados Unidos eximirse de toda responsabilidad por la deuda billonaria de Puerto Rico es obviar más de un siglo de explotación colonial incluyendo el abusivo detalle de puertorriqueños muertos en sus guerras y agobiados por leyes federales como la de Cabotaje que desde el 1917 ha servido para sangrar billones de dólares de nuestra economía.
Franklin Delano Roosevelt, en su discurso ante el Congreso a raíz del ataque japonés a Pearl Harbor en 1941 hizo la expresión que muy bien nos aplica a los puertorriqueños al presente:
THE ONLY THING WE HAVE TO FEAR IS FEAR ITSELF
Ya no importa lo que decida el Tribunal Supremo de los Estados Unidos sobre el caso de ‘double jeopardy’ de Sánchez porque en la pared histórica escribió claramente el Ejecutivo de esa nación que Puerto Rico es un territorio de los Estados Unidos, o sea, una POSESIÓN; o sea, pertenece a ese imperio; en fin, que es una COLONIA; una isla – nación carente de soberanía; SOBERANIA QUE SE EJERCE en la cláusula territorial del US Constitution.
Ningún dictamen del Tribunal Supremo de esa nación puede cambiar lo que es una realidad histórica incuestionable tanto jurídica como política.
Y para los que sueñan con ver a Puerto Rico como el Estado 51 de la Unión Federal que piensen y analicen, no solo si los puertorriqueños queremos fundirnos en esa nación ‘americana’ perdiendo nuestra personalidad internacional, sino SI A ELLOS; a los Estados Unidos, les interesa hacernos parte integral de su nación. Por eso cabe muy bien una consulta aleatoria al de la Estadidad ¿Sí o No? pero en el Congreso Federal donde una buena parte de sus miembros ni nos conocen y ni siquiera ni saben ni quieren saber de nosotros. Se trata de puertorriqueños colonizados cuya baja autoestima los lleva a renunciar a sus valores culturales.
No perdamos el tiempo ni sigamos humillándonos ante el Imperio y ante el Mundo y reclamemos nuestro derecho a ser un Pueblo Soberano, un paso firme, valiente y expedito hacia la IGUALDAD con todos los países del planeta.
BASTA YA – ¡QUE SE VAYAN!