EL AMERICANO FEO
Rudy Giuliani es un americano feo. Feo de espíritu y conciencia. Estos feos son minoría en ese ‘pueblo’ pero son mayoría en los pasillos del poder de los Estados Unidos de América.
Hijo de Harold, un mafioso hijo de inmigrantes italianos nacido en Nueva York , Rudy insultó al presidente de su nación como ningún político de prominencia lo había insultado dejando ver la fealdad de su racismo y en buena medida, su inteligencia a medio cocinar.
El Partido Popular, que no sabe cuánto más hacer para devolverle el poder al Partido Nuevo Progresista en el 2016, incurrió en la torpeza de coauspiciar la presentación de este exalcalde de Nueva York como orador principal en una cumbre de inversionistas en San Juan el jueves de la semana pasada.
¿Qué es un americano FEO?
Se trata de esos para quienes América es única y excepcionalmente los Estados Unidos. Les basta con saber inglés, idioma que vienen obligados a entender todos los países que quieran adelantar en el campo de la tecnología, las ciencias y los negocios. Estos ‘americanos’ se han endiosado como GANADORES ; una casta que ha hecho de la riqueza, la fama y el poder su gran propósito de vida. Y así menosprecian tanto a otras culturas como a los débiles y determinan quienes son los buenos y quienes los malos del planeta.
Irving Berlin, judío nacido en Rusia, fascinado por el país al que había emigrado, escribió el himno God Bless America en 1938 dedicado a los Estados Unidos. No incluía su inspiración ni a Canadá ni a la América Latina y mucho menos al Caribe.
Por eso, cuando Carlos Delgado optó por quedarse sentado en el dugout cuando lo cantaban en un séptimo ‘inning’ le sobraban razones para sentirse discriminado. No dude usted que esa ‘sentadita’ ofendió a los americanos feos que abundan en la prensa norteamericana.
No es casualidad que las personas más acaudaladas en la historia de los Estados Unidos hayan sido americanos deformados por la inmoralidad destacándose figuras como J.P. Morgan, Carnegie, Mellon, Edison, Vanderbilt, Henry Ford, Murdoch y John D. Rockefeller.
Con esa muestra basta para identificar a muchos más que hicieron una religión del capitalismo salvaje y su ética fundamentalmente anticristiana, al extremo de propiciar unos prejuicios racistas que su propia constitución y las leyes que gobiernan su América todavía en el siglo 21 no han podido erradicar de las conciencias de mucha de su gente.
¿A qué viene Giulianni a Puerto Rico?
Rudy Giulianni viene a Puerto Rico a rendirle tributo al capital y de paso llevarse unos pesitos para su alcancía. ¿Qué puede inspirar la oratoria de un político que es imagen del republicanismo rancio y un hombre embrutecido por sus prejuicios y capaz de ofender a título personal al presidente de sus Estados Unidos?
¿Quién lo invitó?
Porque a ese también hay que hacerle un ‘perfil’ de badulaque.