La estela destructiva que dejó el huracán María no solo trastocó la cotidianidad de los puertorriqueños, sino que interrumpió la operación diaria de la mayoría de las empresas de la isla, provocando un disloque en la ya lacerada economía local y la pérdida de sobre 40,000 empleos.

Para prueba, un botón. A diciembre, las aseguradoras en Puerto Rico habían recibido cerca de 200,000 reclamaciones relacionadas a María, según reportó la periodista Marian Díaz en el artículo de revista Negocios de El Nuevo Día sobre la industria de seguros y sobre cómo están manejando las pólizas por interrupción de negocios.

Pese a que un número significativo de negocios tiene algún tipo de cobertura contra la interrupción de negocios, el cobrar los adelantos no ha sido un proceso fácil, complicando el panorama de recuperación y abonando a la incertidumbre que agobia a miles de empresarios.

Sin duda, el huracán María, catalogado como el cuarto fenómeno atmosférico más catastrófico en la historia de los EE.UU., tomó por sorpresa a toda una generación que no estaba preparada para el azote que recibió Puerto Rico ese fatídico 20 de septiembre de 2017.

En el mencionado reportaje,  expertos en la industria de seguros, incluyendo el propio Comisionado de Seguros, dieron fe de que las aseguradoras están preparadas para aguantar el embate ciclónico.

Pero esto no es suficiente. En un Puerto Rico que, previo a María, ya estaba abatido por el estancamiento económico y sumergido en una severa crisis fiscal, la recuperación del sector empresarial debe ser el norte.

En la medida en que los desembolsos demoren y los procesos para otorgar esos adelantos por interrupción de negocios carezcan de transparencia, la clase empresarial del país se seguirá ahogando y con ella se desvanecerán más empleos, así como las oportunidades de que la isla consiga la estabilización.

Asimismo, las maltrechas finanzas del gobierno tampoco recibirán alivio alguno, ya que en la medida en que los negocios no puedan despegar, será muy poco lo que puedan pagar en contribuciones.

Puerto Rico necesita certeza y confianza para detener la hemorragia migratoria y evitar que la isla se vacíe. Es por esto que las aseguradoras, así como la Autoridad de Energía Eléctrica, juegan un rol clave en la rápida recuperación del país. Los desembolsos por las pólizas de interrupción de negocios tienen que fluir y la industria de seguros no puede perder su sentido de urgencia.