Ni siquiera hay que ver el video o las fotos. Solo hay que imaginar lo que sería encontrarse con Natalie Jaresko, con todo y sus tres escoltas, comprando a media tarde de un día de trabajo cualquiera en una tienda Marshall’s.

Y es que “marshalear”, ese término acuñado por Jacinta Marín, el personaje que no le pierde ni pié ni pisá a su jefa, mi colega Nydita Suárez, es una afición que puede tener todo el mundo, independientemente de las posibilidades económicas.

Jaresko es la prueba viviente de eso. Tiene un sueldo (¿sueldazo?) de $625,000 anuales, más gastos, manejando los asuntos de la Junta de Supervisión Fiscal, el organismo federal encargado por el Congreso de “enderezar” las moribundas finanzas gubernamentales de Puerto Rico.

Ahora bien, existe otra posibilidad. Que Jaresko, captada por cámaras indiscretas esta semana en Marshall’s de Río Hondo, no necesariamente estaba “de chópin”, como diría Jacinta, sino que a lo mejor cumplía funciones oficiales.

Quién sabe si hacía trabajo de campo para un estudio enjundioso de cómo vivir con mil pesos al mes, un asunto que creó polémica recientemente con el presidente de la Junta Fiscal, José Carrión, el jefe de Jaresko.

Acababa de insistir la Junta en la reducción de las pensiones de los retirados del gobierno puertorriqueño y surgía la preocupación de que los pensionados se iban a quedar desprotegidos y sin medios suficientes para vivir decentemente.

Un periodista tuvo la ocurrencia de preguntarle a Carrión si él podría vivir con $1,000 mensuales, a lo que el presidente del organismo federal, que es un exitoso ejecutivo de seguros, respondió cándidamente que su nivel de vida no lo permitiría.

Se armó Troya. Y aunque no nos percatáramos por acá en el mundo de la realidad existencial de los puertorriqueños post María, parece que en la Junta se preocuparon por la sinceridad de su presidente y, a lo mejor –solo decimos a lo mejor—decidieron investigar.

¿Y quién mejor que Jaresko para la encomienda? Como directora ejecutiva, a ella le toca dar malas noticias todo el tiempo. Que si hay que aprobar la reforma laboral que elimine vacaciones, enfermedad y bono; que si el presupuesto está incompleto; que si no se está cumpliendo con lo que ordena el plan fiscal certificado… Siga usted por ahí.

Así que le encomendaron el estudio de cómo vivir con mil pesos al mes. Y cuando sus investigadores le informaron que el truco de mucha gente para estirar el peso era ir a Marshall’s, no dudó en hacer ella misma el trabajo de campo.

Ahora debemos esperar el resultado del estudio, que tal vez no se dé a conocer porque ‘marshaleros’ expertos calculan que Jaresko se gastó los mil pesos en una hora de escoltas, gasolina y el peaje de Buchanan, lo que demostraría que, como saben los jubilados, una pensión de $1,000 no da para nada.