La senadora popular Maritere González tiene un pie fuera de la Legislatura y ahora se arriesga a ser acusada en el escándalo de Anaudi Hernández.
Su invocación de la Quinta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que le permite no responder a preguntas de una autoridad investigadora para no autoincriminarse, sorprendió a muchos que todavía esperaban que la senadora de Mayagüez pudiera explicar sus vínculos con Hernández y salir incólume del proceso.
Pero, González no respondió preguntas del fiscal sobre un donativo de $2,000 que le hizo Hernández y, con su negativa a contestar, prácticamente admitió la posibilidad de ser acusada en el escándalo. Hasta ahora había comparecido como testigo.
El presidente de su Partido Popular Democrático, David Bernier, seguramente estuvo muy atento al testimonio de González. La semana pasada, Bernier no titubeó para forzar a Jaime Perelló a renunciar a la presidencia de la Cámara de Representantes y pocos dudan hoy que todavía esta insatisfecho y que buscará sacarlo de la papeleta de noviembre. Maritere González se irá con él.
Es un terrible final político para una talentosa y joven abogada que, en su primer cuatrienio en el Senado, destacó como defensora de causas justas y le dio un giro dramático al escaño del que desbancó nada menos que a Evelyn Vázquez.
Por si alguno no lo recuerda, Vázquez era la protegida de Thomas Rivera Schatz en el Senado del cuatrienio pasado. Amiga del alcalde popular de Mayagüez, contratista gubernamental con su escuela de modelaje, notoria por su genial idea de desvalijar un galeón español hundido frente a nuestras costas, y promotora de llevarles ropa interior a las confinadas de la cárcel de mujeres de Vega Alta.
Vázquez tuvo un lío con el Departamento de Justicia por la organización de una feria en la que salía beneficiado su compañero, Peter Muller, pero al final no pasó nada, aunque perdió el escaño en las elecciones de 2012.
Ahora pretende regresar y, visto lo ocurrido con Maritere González, lo va a lograr.