Miles de ciudadanos se apiñaron hoy en centros comerciales y grandes almacenes para comprar, comprar y comprar.

En el día de Acción de Gracias agradecieron a Dios por todo lo que tienen y un día después se fueron a comprar lo que todsvía no tenían.

Consumismo en su mayor y más oscura expresión. Será por eso que le llaman “black Friday”.

Mientras eso ocurría, varios centenares de vecinos de Peñuelas, apoyados por gente solidaria que llegó de muchos otros puntos de Puerto Rico, protestaban por otra clase de negrura: la de las cenizas venenosas que respiran.

No hemos podido ponernos de acuerdo sobre un asunto tan trascendental que ya lleva años mortificando a los peñolanos.

Los tribunales no han sabido, o no han querido, escuchar el reclamo. Han anulado los intentos oficiales por ponerle coto al problema, invalidando la ordenanza municipal que prohibía el depósito de cenizas producidas por la quema de carbón en la planta de AES, en Guayama, que le vende energía a la Autoridad de Energía Eléctrica.

La senadora María de Lourdes Santiago, arrestada esta semana en Peñuelas por su participación en una protesta sentada para inpedir el paso al vertedero de camiones llenos de cenizas, presentó en 2013 un proyecto para ilegalizar la operación. La Legislatura miró para otro lado.

Ahora, el representante Manuel Natal le ha pedido al gobernador Alejandro García Padilla que incluya la medida en la convocatoria extraordinaria actual. A lo mejor lo hace, pero la Legislatura seguirá mirando para otro lado.

Tal vez haya llegado el momento de apretar las tuercas por el otro extremo, el del contrato de venta de energía a la AEE. ¿O acaso no puede la corporación pública exigirle a su suplidor que deje de enviar sus desperdicios al vertedero peñolano y que disponga de ellos de otra manera que no represente un riesgo de contaminación?

“Money talks”, dice el refrán. Cuando los reclamos de auxilio de una comunidad asediada caen en los oídos sordos de jueces y políticos, hay que buscar alternativas dentro de la legalidad.

Cerrar la llave del beneficio económico suele ser un argumento convincente.