Rick Pitino dejó de experimentar con el gardeo y preseo en zona para ordenar un marcaje estricto de defensa individual con las variantes de presión y doblaje que surgen lógicamente en esa táctica defensiva.

Vencimos a Venezuela. Entonces, si gardeamos hombre a hombre contra Argentina, nos los ganamos también y se acabó el LUTO en el baloncesto.

A Pitino le vino bien rectificar porque al paso que iba no cumpliría ningún propósito positivo ni para él ni para Puerto Rico. Además, nos complació también cuando le dio un detente al cambia y cambia en las sustituciones permitiendo que José Juan Barea y otros canasteros importantes estuvieran más tiempo en el tabloncillo.

No voy a hablar del partido que perdimos con Estados Unidos porque ese fue un facsímil del que le jugamos a Brasil. Y francamente, así, sin asignaciones de hombres para marcar estábamos completamente vulnerables a los francotiradores que tanto brasileños como americanos, nos acribillaron a bombazos. Pitino no sabía que en el basket internacional los hombres altos también trespuntean.

Pero nada de eso hubo contra los venezolanos que tuvieron que manejar el balón en contra de buena presión defensiva y en el ataque boricua tuvieron que bregar con el enebeísta Barea que les endilgó 27 puntos, pero también tuvieron que soportar el despertar de un Collier que hizo cosas que nunca había hecho.

Pero muchos dirán que le ganamos a un equipo flojo.

Es verdad, pero si Pitino sigue dirigiendo como dirigió contra Venezuela se puede quedar  hasta el Preolímpico. ¡Oremos!