Antes de comenzar a defender su cetro de campeones, los Warriors no fueron considerados como favoritos para revalidar. Se hablaba de Cleveland (siempre Le Bron) y un San Antonio

reforzado por Aldridge. Ya en una semana de competencia la mayoría de la fanaticada cambiaba de opinión viendo como los Warriors seguían quemando la malla con su puntería a larga distancia y como iniciaban una racha de triunfos impresionantes.

Ausente el dirigente Steve Kerr por enfermedad, su asistente siguió con su estrategia de correr y tirar al canasto a cualquier distancia y una vez más canasteros como Curry, Thompson y Green montaron una machina de puntos que producía sobre 100 en la inmensa mayoría de los partidos. Y como si eso fuera poco, la defensa de Golden State es de las mejores de la NBA. Y ahora que estamos llegando al último tercio de la temporada, nadie cuestiona la superioridad de los occidentales. Si alguien dudaba de este juicio la otra noche se convenció cuando los campeones le pasaron el rolo a los respetados Spurs de San Antonio.

Falta mucho itinerario, pero viendo con la facilidad que los Warriors anotan sobre cien puntos casi todas las noches es predecible que amenacen el récord de victorias en una temporada que poseen los famosos Bulls de Chicago. Sí, los de Michael Jordan, claro.

El equipo de José Juan Barea pierde y gana dependiendo del adversario, pero debe preocupar a su ‘coach’ Carlisle la cantidad de palizas que ha recibido. Porque usted puede perder y ganar, pero Dallas ha sido vapuleado por conjuntos que no son tan superiores. Usando una rotación amplia, Carlisle ha tenido problemas en el acoplamiento y en la ejecución de las jugadas en los minutos finales de de un partido. Es cierto que Deron Williams ha tenido momentos brillantes lo que hace que Barea quede más tiempo relegado al banco, pero no es menos cierto que últimamente los Mavericks no han jugado bien.

El otro equipo que capta la atención de nuestra fanaticada en Borinquen es Cleveland y la razón tiene nombre y apellido. LeBron James. Ahora más que nunca porque se le achaca a LeBron el haber mediado en el despido del dirigente David Blat. Y para sustituirse con un ‘coach’ de poca experiencia. La cuestión es que los Cavaliers con cuadro de talentosos, no han podido convencer a nadie de que pueden ganar el campeonato en el 2016. Los Clippers de Los Ángeles han mejorado mucho, pero compiten en el grupo de Golden State y están destinados a llegar en la segunda posición.

En cuanto a Barea, su contribución dependerá de cuán bien juegue Williams porque el mayagüezano necesita más minutos de juego. Ese es el problema de ser el ‘backup’ de una estrella como Deron Williams. Por eso lo ideal es ser el armador regular porque si Williams juega bien Barea jugará menos.

Y en cuanto a Carlisle, el coach de los Mavs tiene las manos llenas porque perder por 20 puntos duele más que perder por uno o dos canastos y, además, afecta su prestigio.