Meechot Marrero se está acostumbrando a vivir de asombro en asombro, como parte su naciente trayectoria profesional. Así, con asombro -y una emoción inmensa- habla de su ingreso al elenco de la Deutsche Opera de Berlín, una de las más célebres de Europa y a la que se incorporará en agosto próximo, una vez concluya su maestría en mayo en la Universidad de Yale.

“Todavía no lo creo”, nos dijo feliz la soprano puertorriqueña durante su reciente visita a la Isla para cantar en el Festival Casals. “Participé en una audición de Opera Foundation sin imaginar que ganaría, no solo una de las cuatro becas que otorga cada año esta institución, sino también el honor de ser contratada por una compañía de tanto prestigio como la Deutsche Opera de Berlín”.

El pasado martes Meechot ofreció un estupendo recital de graduación en Yale University y, antes de mudarse a Berlín, cumplirá varios compromisos con la Orquesta Sinfónica de Hartford y cantará en una producción de “Romeo y Julieta” con el Savannah Voice Festival.

Graduada del Conservatorio de Música de Puerto Rico en 2014 y ganadora del Premio Roberto I. Ferdman de Pro Arte Musical al año siguiente (una de las razones de sus asombros anteriores, junto a su ingreso a Yale y sus debuts en Pro Arte y en el Festiva Casals), Meechot explica que la Deutsche Opera acepta solo dos nuevos integrantes cada año, lo que destaca la magnitud de este nuevo capítulo en su carrera artística. “Hice la solicitud de la beca solo para participar, sin presión por ganarla porque sé que es algo muy selecto”, apunta. “Los organizadores evalúan las solicitudes y de ahí hacen una selección para invitar solo a unos cuantos cantantes a la audición en vivo, ante los directores artísticos de tres compañías europeas de ópera de primer orden, entre ellas la de Berlín”.

“Quiero y voy a devolverle a mi isla parte de lo que ella me ha dado a mí”, asevera. “En cuanto pueda, voy a crear una fundación para ayudar a ‘empoderar’ a artistas puertorriqueños… músicos, teatreros, bailarines, en fin, a todos. Voy a ayudarles a seguir sus sueños dondequiera que esos sueños estén, sin miedos”.

La audición fue en la ciudad de Nueva York el pasado 15 de enero por la mañana. Ese día -recuerda Meechot- se levantó tranquila, sin más presión que la de hacer lo que mejor sabe: cantar al límite de sus posibilidades. “La experiencia fue fenomenal y la viví muy a gusto y consciente de lo que estaba haciendo”, explica. “Me imagino que fue debido a que ya había recibido otras ofertas de compañías de ópera en Estados Unidos y eso me dio mucha seguridad. Esa mañana, en el tren de New Haven a New York, iba bailando y cantando, feliz. Cuando me tocó el turno en la audición, me sentí muy en paz, muy segura y todo fluyó de maravilla”.

Aunque ese día le dijeron que -en caso de ser aceptada- a la semana siguiente le enviarían un correo electrónico, ese mismo viernes por la noche recibió una llamada a su celular de parte de la vicepresidenta de Opera Foundation. “Me dijo que me felicitaba por mi trabajo de esa mañana y que me llamaba también para que empezara a celebrar ese mismo fin de semana, porque había sido seleccionada como ganadora de una de las cuatro becas y que, además, el director artístico de la Deutsche Opera estaba muy entusiasmado conmigo y que él me llamaría con una oferta para unirme al elenco de la compañía”, explica.

Meechot solo comprendió a cabalidad que todo esto realidad cuando entró a la página cibernética de la Deutsche Opera y vio su nombre en el elenco de la compañía a la que también están vinculados los estelares Anna Netrebko, Thomas Hampson y Joseph Calleja.

Como parte de la relación con esta casa de ópera, Meechot ya ha sido confirmada en al menos cuatro papeles para la temporada 2016-2017: Frasquita, en “Carmen”; Gianetta, en “L’ elisir d’amore”; Belinda, en “Dido und Aeneas”; y Papagena, en “Die Zauberflote”, así como en personajes aun por definir en “Rigoletto” y “Turandot”. “También recibí un correo electrónico en el que me dicen que estos papeles son solo la carga inicial, pero que cuando llegue a Berlín y me presente con la compañía seguramente serían más”, explica la cantante.

“En verdad que esto es maravilloso para mí, no solo por lo que representa en el desarrollo de mi carrera, sino también porque revalido lo que es uno de mis credos: trabajar al máximo para llegar a donde la vida quiere que llegue”, afirma. “Nunca me pongo límites ni permito que me los pongan. “Esto es algo que mis padres me enseñaron desde pequeña y eso me ha hecho ser una ‘overachiever’, siempre intentando más”.

Este logro ha servido a Meechot también para que se le revele lo que ella siente que es su misión en la vida: “darle a Puerto Rico todo lo que se merece”. “Quiero y voy a devolverle a mi isla parte de lo que ella me ha dado a mí”, asevera. “En cuanto pueda, voy a crear una fundación para ayudar a ‘empoderar’ a artistas puertorriqueños… músicos, teatreros, bailarines, en fin, a todos. Voy a ayudarles a seguir sus sueños dondequiera que esos sueños estén, sin miedos”.

Debemos de ir pensando en dejar de asombrarnos con los asombros de Meechot. Sin duda alguna vendrán muchos más.