Luis y la descolonización
Luis – quien ahora tiene que usar un guión para que no haya confusión con sus apellidos – se levantó tempranito a tomarse su café y leer el periódico en línea para ver cómo está su Puerto Rico. Luis quisiera sacar el día para ir a dar una vuelta por el Viejo San Juan, comerse una fritura en el chinchorro de la esquina o ir a disfrutar de las playas que podía encontrar a minutos de su casa. Sin embargo, tiene una familia que mantener y en Puerto Rico no encuentra trabajo. No puede regresar.
Como Luis hay aproximadamente 4.6 millones de puertorriqueños que tomaron la difícil decisión de decirle hasta luego a su país para buscar una mejor vida en los Estados Unidos, lo que representa un millón de boricuas más que los que viven en la isla. Más allá de lanzar campañas para que regresen o de comenzar el dichoso debate de que fueron a vivir en la estadidad, reflexionemos sobre su poder.
Puerto Rico está bajo los poderes plenarios del Congreso. Esto quiere decir que en los bolígrafos de 435 representantes y 100 senadores, que no son elegidos por los puertorriqueños de la Isla, se encuentra la tan añorada solución al problema de estatus.
Dentro de este contexto, debemos comprender que los políticos, además de funcionar fieles a su ideal o a su partido, toman decisiones en torno a su permanencia en el poder. Estudian minuciosamente qué decir y qué posición tomar para complacer a sus sectores, mientras, si les es posible, continúan fieles a sus creencias. Responden a los votos.
Por tanto, Luis, como ciudadano que vive en Estados Unidos, que puede votar, tiene un mecanismo de presión efectivo para ayudar a Puerto Rico a encontrar la solución definitiva a su problema de estatus.
Los partidos políticos y organizaciones que quieren acabar con nuestro problema colonial deben incluir en sus estrategias a los puertorriqueños en la diáspora. Proveer recursos educativos y de organización para que se creen, en los estados, movimientos contundentes que eduquen y promuevan la descolonización de Puerto Rico es prioritario. Es necesario que Luis sea parte de la lucha.
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*Luis es un nombre ficticio